Parece que no, pero el Faraón siempre piensa en los Egipcios.
Y como una cosa lleva a la otra, he recordado mi destacamento en el Lugar de la Verdad, allí donde los Toros Poderosos inician su viaje en la barca del Sol... es decir, donde el Faraón nuestro señor sigue con su vidorra después de muerto.En el vigésimonoveno año del Faraón Ramsés III, el segundo mes del invierno sino recuerdo mal, y sucedió algo que nunca habíamos visto..., los trabajadores de las reales tumbas dijeron que no volvían a coger un cincel hasta que les pagaran - aquí el fenicio se estremece horrorizado -, ya llevaban un tiempo raros, te miraban mal cuando les azotabas un poco de más, o rezongaban cuando te ponías a comer delante de ellos, que si tenían familia, que si no hay pan en Egipto para tanto chorizo,etc, en fin, lloriqueos de privilegiados que tienen asegurado el puesto de trabajo y la casa, ¡ rebeldes desagradecidos !, el Señor de las Dos Tierras deslomándose a proteger Egipto de libios y de bárbaros aniquiladores como los que llamamos Pueblos del Mar y estos que quieren dejarle sin su morada eterna, ¡puaf, la indignación me consume!...pero me pierdo, me pierdo.
La cuestión es que los revoltosos se habían atrincherado en los templos, sin respetar nada, pidiendo a los sacerdotes que les diesen trigo. Yo contaba que después de semejante herejía nos ordenarían empalarlos, pero no, el sacerdote tembló y les dio algo de pan, y volvió la paz.
Pero claro, como se les retrasaba la paga, y viendo que les había salido bien , a los pocos meses volvieron a las andadas.Y eso que yo ya lo decía, que esto se arregla a palos y con empalamientos, que les das la mano y te cogen el brazo, el hecho de que uno de los escribas revoltosos quisiese fornicar con una aguadora con la que yo yacía de manera habitual no influía nada en mi ánimo, siempre justo y benéfico..., en fin, que la segunda vez llegaron a protestar ante el gobernador de Tebas, y ya iban con ellos escribas,¡ y hasta un jefe de policía !..., ¡lo nunca visto, el mundo al revés!. Yo volví a sugerir que lo que hacía falta clavar cosas en el ano de los rebeldes, que eso disuade mucho siempre...pero nada, los jefes como el que oye llover, que si sólo es hoy, que si no se puede ser tan violento - una panda de afeminados -.
¡Y para escarnio del ejército del Faraón volvió a salirles bien !, el despreciable gobernador, un corrupto que traficaba con el grano de los almacenes del Reino, repartió raciones para acallarlos, haciendo gala de lo generosísimo que era - en realidad, había visita programada del Gran Visir y supongo que no quería que lo viese con esos pelos- , y otra vez volvió la calma...durante un tiempo.
Éste fue el panfleto de los subversivos, ¡ qué asco !
Chacalesflautas, así tenían que acabar todos.
Transcurrieron los meses,y ya no había retrasos en la paga, sencillamente, el grano con el que se pagaba llegaba podrido...y llegó la tan proclamada visita del Gran Visir. Ni cortos ni perezosos, estos hijos de chacal, con sus jefes de cuadrilla a la cabeza - ebrios de arrogancia huelguista - , se atrevieron a escribirle cosas en papiro y con dibujos - pájaro, ojo, lagarto, etc-, que si ellos eran gente cumplidora (ja, panda de vagos), que si cobraban poco (ja, hasta casa les da el noble Hijo de Ra) y que el salario no les daba para nada (jajá, se lo gastan todo en cerveza, que lo sé yo)...y el Gran Visir, los escucha atentamente, les dice que la cosa está muy mal, y que a ver qué se puede hacer, que por él no va a quedar, etc...pero fíjate que hace inspeccionar los almacenes reales para repartirles hasta el último grano - a esas alturas nosotros ya estábamos furiosos, ¿qué más podía pasar?,¿un faraón negro? -...así que nuestro bucólico destacamento iba de mal en peor, rodeados por todas partes de sediciosos, ladrones y corruptos, nuestra firme creencia en que éramos los guardianes del Maat (el orden cósmico establecido), comenzaba a flaquear...y en esto, llegó la ocasión de la veng...digo de la justicia de Amón.Como en todas partes, siempre hay envidiosos, así que entre tantos lemas solidarios "canteros de Egipto uníos, la vida eterna para el que la trabaja, etc". Tuve que esperar pacientemente mi oportunidad, y observar que había ciertas tensiones entre los cabecillas...por asuntos de faldas. Shkastrhoh, uno de los escribas más protestones, sospechaba que su mujer buscaba consuelo en el jergón de un capataz, Nuq. Así que busqué a la aguadora más cotilla del pueblo, y como quien no quiere la cosa, comenté a un amigo mío que había visto cómo fornicaba Nuq a la santa esposa del gordo, después ya fue cuestión de sentarse a esperar, el puerco de Shkastrhoh se puso furioso, apaleó a su mujer en público y vino corriendo a acusar a Nuq de ser un ladrón de tumbas - aquí se nos pusieron los colmillos largos en el destacamento, es el peor de los delitos -, además nos enseñó los sitios donde guardaban lo robado - lo cual nos hizo pensar que él también estaba implicado, pero preferimos que siguiese hablando, podíamos ascender todos si nos salía bien -, así que, por fin estimulados con el deseo de hacer mérit...digo justicia. Capturamos a veinte ladrones, todos los estamentos estaban implicados, guardias, jefe de policía, escribas...tuvimos que tortur...digo interrogarlos, pero ni siquiera hizo falta apretarlos mucho, encontramos tantas cosas en sus casas, listas para vender,que cantaron enseguida - el más descuidado era un tal Hurdakkarim, ése lo tenía todo apuntado -, a pesar de que estaba liado con la hija de un noble, se le empaló igualmente.
Maat, porque siempre ha sido así y debe de seguir así, que no vengan a inventar.
Lo demás fue rutinario, juicio, condena, empalamiento, descuartizamiento...el proceso habitual, y como Amón es sabio y de voz justa, a nosotros nos dieron una prima, y nos destinaron a la corte del Faraón. Antes de irme, me dirigí amablemente al puerco de Shkastroh y le dije, con la mejor de mis sonrisas, que su mujer era una santa y que no había fornicado con nadie más que con él - sabrá Horus por qué- , su cara de babuino llorón fue lo mejor de la semana.Es evidente que Ra recompensa a aquellos que le sirven lealmente y preservan el Maat, siempre ha sido así y siempre lo será, lo sabe todo el mundo - aquí mi amigo fenicio asiente con ganas, cómo traga, lleva cinco cuencos de cerveza-.