Vida espiritual

La vida espiritual es un llamado para todas las personas, cuando se está sometido a un ritmo fuerte de responsabilidades, entonces las condiciones materiales adquieren un gran peso y da la sensación que lo único existente es aquello que se experimenta a través de los sentidos, el alma es parte de la naturaleza humana y siempre está presente, aunque no nos acordemos de ella.

¿Qué es la vida espiritual?

Vida espiritual

La vida espiritual consiste en aprender a dar paso a la divinidad que ya se posee, para ello se pueden seguir los preceptos de diferentes religiones, trabajar en las técnicas de meditación, usar la contemplación, entrar en contacto con la naturaleza, emplear la disciplina de la oración, etc. La vida espiritual da señales en una persona que toma conciencia de sí misma y su entorno, actúa sobre la base del amor en todo lo que hace y ha aprendido a vivir “aquí y ahora”, donde no se perturba por los acontecimientos, tan solo los observa con tranquilidad y hace lo que puede para vivir en un mundo mejor.

El amor es el sustento principal de la vida espiritual:

Pero ¿qué tipo de amor? Obviamente es un amor puro por todas las manifestaciones de vida, tanto en las personas y todo lo existente. El amor implica: admirar, agradecer, dar, comprender, perdonar, compartir, enseñar, etc. Quien tiene el amor como estandarte de actuación podrá vivir tranquilo, sin grandes preocupaciones, porque su mente está situada en el ahora.

¿Cómo experimentar la vida espiritual?

Algunas personas piensan que la vida espiritual se da espontáneamente y que no se relaciona con la voluntad o pretender experimentar, porque aducen que eso implica llenar el ego. Esta perspectiva no es acertada, porque se necesitan acciones del ego para poder superar “el ego”, por ejemplo: el conocimiento, la voluntad y la disciplina son necesarios. A través de LA MEDITACIÓN es posible obtener frutos espirituales, pero el mismo concepto dice “es una disciplina para aprender a controlar la mente”, de modo que hay que tomar decisiones para permitir que la vida espiritual se manifieste, algunos consejos de utilidad son los siguientes:

1. Buscar una conexión con la energía que da el soplo de la vida:

Se dice que cada ser humano es una gota de agua en la inmensidad del océano, llamado el universo, el todo o Dios. La vida espiritual permite entender que se forma parte de un gran campo de energía y cada persona es única pero todo a la vez. Por un lado se entiende que en el plano material existe una condición individual, sin embargo los misterios del universo dicen que todo lo existente es producto de sí mismo y existe una perfecta conexión. El cambio de conciencia permite a las personas abrir su mente y corazón a la energía infinita, dejar a un lado sentimientos y emociones negativas que solo forman parte de la ilusión terrenal.

2. Amar siempre:

El amor debe ser libre, sin apego a las condiciones humanas, porque la vida espiritual es abismalmente más grande que la materia pasajera. Venimos a este mundo a dar un paseo y la gente que es capaz de entenderlo puede estar por encima del dolor y sufrimiento. Se experimenta el amor cuando se ama el mundo, aceptándolo como es, viéndolo como un lugar mágico que se ha creado jugar.

3. Encontrando la fuente de inspiración para llegar al alma:

Existe infinidad de criterios y opiniones sobre cómo lograr un objetivo o llevar una vida espiritual, pero toda esa información es pura imaginación, ningún papel o frase se sostendrá en la eternidad, porque este mundo es una película. Cada persona debe encontrar una forma de llegar a su alma y puede hacerlo a través de muchas actividades. Siempre hay que situarse en el presente y aprender a vivir en armonía, así como se ejemplifica en la siguiente presentación.

0010 from Florencio Moncada

4. Ir más lejos que la mente y las emociones:

La vida material necesita del ego para lo siguiente: racionalizar, tomar decisiones, lograr objetivos, usar los sentidos, experimentar las diferentes emociones. No se debe criticar las satisfacciones del ego, porque es parte de los objetivos terrenales, de lo contrario no tendría ningún sentido estar en este mundo. Aunque está claro que la vida espiritual más profunda supera la mente y las emociones. Por un lado los pensamientos nunca cesan, ya sean positivos o negativos, incluso en la actividad onírica la mente no descansa, por eso es muy importante la meditación, ya que se aprende a ponerle un alto a ese “huracán de pensamientos”, es como decir ¡silencio! Quiero escuchar mi alma. Algo similar ocurre con las emociones, se experimenta alegría, enojo, tristeza, preocupaciones, etc. Pero la persona que desarrolla el autocontrol y puede está situada en el presente, ya no siente una inclinación demasiado pronunciada hacia las emociones, mantiene una orientación positiva y aunque aparezca los problemas se posee la calma para aprender a tratarlos.