De pronto empieza el mundo a reclamarte lo que no es tuyo ni nunca has tenido:la vieja ofuscación, el confundido secreto del que no eres parte ni arte.En las íntimas cuevas, que al mirarte por dentro nunca ves, está escondidoel nombre que tú sabes: su sonido no puedes escucharlo sin alzarte del suelo y de la niebla bajo el signo de un súbito y fulgente sobresalto que se agota en su propia efervescencia.Miradas y cabañas. Tu más dignoterritorio interior sufre el asalto de las sombras que incendian tu conciencia.(Y así, de adentro a afuera, hay un abismo que se confunde ya contigo mismo).Blame and shameare the name of game.Anne Carson