Este es un documental que a todos los que nos interesa la música y cultura jamaiquina debemos ver, para comprobar cómo el FMI y la impuesta globalización, están acabando con un país y sus consiguientes vidas. Eso sí, el turismo marcha que da gusto, pero claro, el turista sólo ve lo que le enseñan, y esto es precisamente una Jamaica que no tiene nada que ver con la situación real que están viviendo los nativos. Los complejos turísticos se encargan de que el turista se sienta como un rey, enseñando una Jamaica idílica sin problemas de ningún tipo. Es indignante.
Este documental se centra en el ámbito económico, pero podemos hablar de usurpación musical en estos tiempos donde puedes ver un vídeo de Justin Biever a ritmo de dancehall, o a Rihanna potenciando sus raíces ¿africanas?. En la industria musical, la usurpación de esta cultura musical es flagrante. Cuando al gigante americano se le acaban las ideas, pues las copia de otros sitios y las hace suyas. Y esto es lo que está pasando con la cultura africana-jamaicana así como con la música reggae-dancehall. De hecho, están en marcha varios procesos en Jamaica para nacionalizar este tipo de baile y cultura para evitar su saqueo cultural.
Sin conocimiento no hay cultura. Y a la globalización no le interesa que haya cultura.
Os dejo un link muy pero que muy interesante de una entrevista que le hicieron a Lloyd Bradley, autor del célebre libro Bass Culture, donde nos habla de los inicios de la música reggae pasando por la ya citada globalización para acabar hablando del reggae revival, el movimiento de vuelta a las raíces del reggae (roots reggae, del que no se debió salir, a mi parecer).
