Vida y Principios: Redefiniendo la Felicidad

La biología es sólo el medio, no el fin. Es decir, la biología nos ayuda a conseguir nuestro «fin último», dándonos la vida. Por cierto, sobrevivir y reproducirse, desde un punto de visto biológico, es lo mismo, ya que para la bilogía, los individuos son sólo eslabones de una gran entidad, denominada Vida.

Por lo tanto, nuestro «fin último» todavía está por definir, realmente. Y supongo que su definición es algo púramente subjetivo.

Yo, aunque suene muy típico, creo que el «fin último» de la vida es ser FELIZ. Identificar ese objetivo no es lo complicado. Lo complicado es identificar CÓMO ser feliz. Sobre todo porque para saber cómo ser feliz hay que tener en cuenta la infinidad de parámetros personales de cada individuo y eso hace que, al final, ser feliz no sea algo tan sencillo de conseguir.

La alternativa a «ser feliz» es, simplemente, vivir… aunque sea en tristeza. Porque «mientras hay vida hay esperanza»… Por eso, vida y felicidad suelen confundirse mucho, porque van de la mano.

La dualidad vida-felicidad también nos aporta algunas paradojas que nos invitan a entender mejor el concepto de felicidad, que muchos tienen bastante «viciado».

Ser feliz no es simplemente «sentir placer» en un periodo de tiempo más o menos largo. De hecho, yo creo que se puede ser realmente feliz, sin un grado suficiente de placer real. ¿En qué baso yo la felicidad pues? En algo muy escaso en nuestros días: En Los Principios y Valores Humanos.

Da igual que uno no sea aparentemente feliz en su vida. Lo importante es «guiarte por Principios», sea cual sea el resultado, más o menos placentero. Porque sólo cuando uno tiene un «criterio vital» que respeta, se puede sentir ORGULLOSO, en paz y relajado… es decir, sentirse feliz.

Debido a la crisis de valores en la que estamos inmersos, cada vez hay más personas infelices que intentan mejorar su nivel de felicidad mediante procesos que nada (o muy poco) tienen que ver con el verdadero camino de la «responsabilidad personal» (tener principios y valores). Se dejan llevar por «placeres mundanos» que alivian temporalmente su vacío eterno pero que, a la larga, profundizan más su sensación de vacío y tristeza.

En resumen: El «sentido último» de la Vida no es sobrevivir o reproducirse, ni tampoco sentir placeres mundanos de forma regular. Sino tener un sólido «Libro de Valores» con los que hacerte más real y tangible en el Universo. Así serás realmente feliz y le verás el sentido a la vida, a tu vida.