Revista Cultura y Ocio

Vidas ajenas de la crónica social

Publicado el 04 febrero 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg
Vidas ajenas de la crónica social

No estamos solos o eso dicen, aunque suene a documental de extraterrestres en el ÁREA 51. Pero es verdad, porque ET se pasó media peli diciendo que quería llamar a casa y que le trajesen por favor un móvil de última generación para hablar con sus padres que se lo habían dejado olvidado en la Tierra. Fue el mejor extraterrestre de la historia... Se nota que su corazón no era humano.

Pues no, no estamos solos. Ni aunque quisiéramos hacernos ermitaños o aunque nuestro barquito naufragase en una isla de esas que no aparece ni en los mapas más sofisticados y que ni los GPS de la Nasa pueden detectar.

¡Hasta Tom Hanks tenía a "Wilson" en el náufrago! ¡Que majo aquel balón! (Tenía más marcha que el que usó Iniesta cuando marcó el gol que le dio el mundial a la Selección Española) y personalidad propia...Sabia que callarse era lo más inteligente.

A veces quisiera ser Tom Hanks y que me dejasen tranquila: que no me afectasen ni las modas, ni el Euribor, ni la vecina cotilla, ni los mensajes, ni las preocupaciones, ni las facturas, ni los hombres, ni el amor... Estar desconectada del mundo con la única compañía de Wilson o de algo parecido... Un coco estaría bien, piel resistente que aguanta la intemperie y el paso del tiempo.

Vidas ajenas de la crónica social

Solía decirme a mí misma que cuando todo fuese mal y no me quedasen motivos para luchar por mantener una vida que quizás no me convenciese o no hubiese elegido, si no que es impuesta por la costumbre, por la sociedad y por unos valores que a mí personalmente sólo me han servido para... ¿nada? (digo nada porque la vida me está demostrando que lo que uno cree se puede ir a la porra en 5 minutos).

Pensé que me iría a África y me haría cooperante o algo parecido (también he pensado en la India que es mucho más Zen). Allí lo superficial no tiene cabida.

En países no desarrollados, sus preocupaciones se limitan a la supervivencia, no a lo superfluo y por una vez me gustaría liberarme de tanta "porquería" social", de la que cada uno forma parte y aporta su granito de arena para que se siga manteniendo: ya sea por aceptarla, por practicarla o por mantenerse indiferente a ella.

Vidas ajenas de la crónica social

Nacemos para vivir una vida en la que la "competencia" y la "comparación" con el vecino marcan nuestro día a día. Competimos por ser mejores que el resto, por tener un trabajo mejor, por ganar más dinero, por tener la casa más grande, por tener los hijos más guapos del mundo mundial, por triunfar y tener éxito. Lo malo es que en ese camino que recorremos para alcanzarlo muchas veces nos vamos perdiendo a nosotros mismos.

La búsqueda incansable de lo mejor (o de lo que consideramos mejor, cada uno sus cosas) al final nos aleja de lo que realmente queremos. Algunos se van fuera del país porque tienen un trabajo "chachi piruli" y se alejan de sus familias a las que ven una vez al año. "Eso sí ¡Ganan una pasta que no veas!"

Otros se alejan de sus principios y toman decisiones que implican una vida que no es para ellos, o tienen un matrimonio de conveniencia o son practicantes de una religión en la que no creen (pero hay que ser como el resto....¿no?).

También están esas personas que por desgracia viven por y para su imagen externa y no hablo de personas que se dediquen a ello de forma profesional, si no de esas personas que piensan que lo más importante es tener un cuerpo 90/60/90 sin importar que haya que pedir un crédito para conseguirlo... Y esto no quiere decir que no tolere el cuidado y mantenimiento de nuestro cuerpo... ¡Pero hay enfermedades que se apoderan de nosotros sólo por eso! ¡Porque hay que tener un aspecto de una determinada manera! Como si el mundo sólo fuese apto para determinadas medidas.

Vidas ajenas de la crónica social

Justificamos nuestros actos y los de los demás, pasamos por alto cosas tan necesarias que me asombra que no nos hayamos matado unos a otros por defender puntos de vista tan distintos o por mantenernos impasibles ante injusticias sociales y violación de derechos humanos que todos sabemos que existen y tan sólo porque a miles de kilómetros(aquí mismo por ejemplo) de donde ocurren hay 4G, hay televisión por cable y jamón 5 Jotas... ¡Ojos que no ven, corazón que no siente!

Y sin irnos a miles de kilómetros, las vidas ajenas de los que nos rodean, las envidiamos en algunos casos y en otros simplemente las ignoramos porque es más fácil no pensar, no sentir y luchar.

Me pregunto para qué firmé una hipoteca si quizás no termine de pagarla o si el Banco irá a la quiebra (a él seguro que lo rescatan ... a otros que nos den morcilla) o si merece la pena el esfuerzo por pagar una carrera a nuestros hijos, que acaban en la cola del paro o tienen que irse casi al Polo Norte porque su futuro no lleva a ningún lado... ¡Si es que...nos lo vendieron tan fácil!

O si cuando hablábamos de esclavitud para referirnos a personas que no tenían derechos... ¿No seremos nosotros esclavos de otras cosas? ¿No estaremos viviendo otras vidas que algunos del G "nosecuánto" deciden por nosotros? ¿Acaso tenemos derecho a algo en un mundo donde todo hay que pagarlo? El agua es de todos (recurso natural que no debería tener propiedad) y no veas lo que cuesta una botella de Vichy Catalá...

En fin, que si la vida que soñaba, que esperaba o que creía tener me parecía mala...debo reconocer que viendo como viven algunos la suya tan llena de mentiras y supeditada a la opinión de otros...Ufff

¡¡Señor Wilson... ¿estás ahí?!! Dime las señas de la isla en la que estás, yo me voy contigo....

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