Revista Insólito

Vidas cruzadas

Publicado el 15 diciembre 2012 por Monpalentina @FFroi
Vidas cruzadas
Froilán De Lózar
Uno se entrega a los demás por algo. A veces, uno encuentra en el otro un atractivo que los demás no entienden. Con cuánto desconocimiento criticamos la actuación de los otros. Pasamos por la vida lanzando miradas de reproche y sólo cuando nos acercamos a las historias de los demás, aquello cambia nuestro enfoque. En nuestro papel de observadores quisiéramos comprender algunos gestos que todavía no podemos. Los casos se multiplican. Una joven que habla del sentimiento que la unía a su mejor amiga. Aquello era más que una amistad. Se lo dijo, y la perdió; un hombre quiere adoptar un hijo, pero la ley le pone infinidad de trabas porque está unido sentimentalmente a otro hombre; un hombre que se siente atraído por dos mujeres, o la mujer que se siente capacitada para entregarse por igual a dos hombres: El poeta, el escritor, el artista que a una edad avanzada, vive unido sentimentalmente a una muchacha joven que bien pudiera ser su hija.
¿Ocurría esto antes? –nos preguntamos. Posiblemente, pero las cosas han cambiado, si bien a nuestro parecer nunca terminan de encajar ciertas posturas y actitudes.
Observamos a una pareja de homosexuales. Nos avergüenza su conducta. Calificamos su pasión de enfermiza. Hace unos días, desde mi puesto de observación, atendí la experiencia de un matrimonio de mediana edad. Su hijo, de venticuatro años, les había contado que era homosexual. "Esperabas que te partiera un rayo. Lo esperabas todo, menos aquello". ¿Y qué haces para impedirlo?¿Y cómo le cuentas eso a tus amigos para que te comprendan. Te espera, sin querer, la crítica más ácida de la sociedad, que tiene otros problemas mayores, pero que no perdona el tuyo, si es que lo tuyo es un problema. Porque no se trata de un enemigo, ni de una amenaza nuclear. No va a afectarle a tus vecinos, ni siquiera tú sabrás a qué sabe su cariño, ni qué tienen que decirse de mágico dos personas del mismo sexo, ni cómo puede entenderse a finales de siglo una reivindicación donde, entre otras cosas, se pide la igualdad. Unirse a él de por vida ante la iglesia y recibir en adopción unos hijos como las vidas ricas y famosas.
Usted, señor, sí, el que me está leyendo por descuído o porque le agrada reflexionar conmigo; usted que se considera muy macho y liberal, se imagina mañana ante el espejo después de conocer por boca de su hijo que quiere con locura a otra persona, que se muere de amor por otro hombre?
Puede que no sea nuestro caso, pero meditemos un poco antes de lanzar improperios. Seamos más comprensivos con los otros. No enturbiemos la vida que a nuestro entorno nos sorprende cada día con una historia nueva.
©Crónicas Fin de Siglo de Froilán de Lózar para Diario Palentino


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