A pesar de que el paso del tiempo se puede notar en muchos edificios como este de 1944 los escandinavos suelen ser cuidadosos en la conservación y acondicionamiento de sus hogares, sean de propiedad o alquiler. Cuestiones básicas como la pintura cada varios años, aislamiento, buen funcionamiento de las instalaciones y limpieza, forman parte de las rutinas en sus casas, sus refugios por otra parte, donde pasan gran parte de sus vidas. Que un piso sea viejo y no haya tenido la suerte de ser reformado completamente por un arquitecto a la última, no significa que no pueda ser un magnifico hogar, el piso de hoy es un buen ejemplo. En absoluto se trata de una vivienda lujosa de revista, llena de grandes gadgets, ni caros muebles, pero si es un precioso y cálido hogar donde la funcionalidad y la comodidad están por encima de todo. Feliz miércoles!
Vía: Bolaget