
Los meses se van sucediendo, pero Louis no logra desconectar del horror que está teniendo lugar. Casi todas las noches tiene pesadillas recordando su experiencia en el frente y no logra desconectar del contenido de las miles de cartas que van pasando por sus manos. Cartas en las que se refleja la desidia y el cansacio extremo de los soldados, las duras condiciones en las que viven.Esta situación, junto a otros sucesos que tienen lugar, llevan a nuestro protagonista a replantearse moralmente su labor, ¿está bien invadir de esa forma la intimidad ajena? ¿evitar en algunos casos que las cartas lleguen a su destino cuándo hay personas para las que constituyen el único pilar en el que apoyarse?

Es un libro de contenido antibelicista con momentos duros, pero de necesaria lectura bajo mi punto de vista. Cuando lo terminé me costó despedirme de los personajes y me dejó un par de días imposibilitada para empezar otra lectura.
"¿Es posible que los hombres puedan asumir la responsabilidad de una masacre tan espantosa? Esta carnicería no conduce más que a la extinción del género humano."