Revista Cine
Esta película fue la que creó al forzudo. Es un peplum, una forma de acercarse a la Antigüedad que en cuanto se empezó a estudiar se descubrió que no era cosa sólo de un momento concreto (1958-1964), de que Italia estuviese implicada, de poco presupuesto y de un acercamiento libertino al pasado premedieval. Con el tiempo, cuando ha dejado de ser un fenómeno para ser parte del Cine sobre la Antigüedad, se ha descubierto que su enfoque fantasioso, interesado y convencional no era exclusivo. Desde el Cine Mudo se encuentra esta forma de rodar películas sobra los tiempos premedievales, que el Cine occidental concreta geográficamente: el Mediterráneo (con puntuales incursiones mesopotámicas), y temporalmente: desde la creación de las pirámides hasta la caída de la parte occidental del Imperio Romano, o sea, más o menos -2500, 475, Por tanto el peplum fue creado por el Cine Mudo. Ha continuado con pocos cambios porque el Cine Industrial vive de canibalizar las pelis anteriores, sobre todo las de género histórico porque son el punto de referencia tanto para directores como para la masa, así que el peplum siempre es siervo de sus propios clichés ya que le es difícil innovar o ser más histórico pues si se pasa con las novedades a su público le parecerá, paradójicamente, licencioso, y entonces será un negocio fracasado. Dicho de una forma más clara: la gente admite que Jerjes sea un brasileño vestido a lo gay para el carnaval de Janeiro pero no que Julio César sea un negro vestido de cowboy. La exactitud histórica es la misma pero la masa es heterófoba (miedo a lo diferente) y por eso acepta que su enemigo, el otro, es un auténtico esperpento pervertido y perverso aunque sea mentira, antes de aceptar que uno de los suyos sea encarnado por alguien que no es uno dellos. O sea, a la masa le hubiera resultado raro que Jerjes fuese un iraní con barba vestido con pantalones, camisa y botas porque hubiese denunciado que los raros somos ntros., los tipos semidesnudos que van con faldita y sandalias y tienen un nosequé gay metrosexual. Era necesario neutralizar el aspecto homosexual de los buenos, y por eso la única manera de hacerlo era haciendo aún más gay al villano. Por eso el considerar histórico al peplum enturbia su percepción porque no es parte dese género sino que es un subgénero de la Fantasía. Dicho de una forma más clara 300 está en el mismo saco que la trilogía del Señor de los Anillos, aunque surja de una fuente histórica, Heródoto, y no de la imaginación del autor, porque el respeto a la verdad no existe. La ambientación en el pasado es totalmente interesada y por ello es simplemente una herramienta narrativa. Se usan algunos nombres antiguos, se data el relato a voleo en el pasado y se da al atrezzo un ligero aspecto histórico para hacer creer al ignorante, muchas veces eso incluye al mismo autor, que está ante una ventana al pasado, pero el relato en verdad ocurre en el presente, y si tiene intencionalidad política (como la peli de 300) entonces la tergiversación del pasado tiene el objetivo de fundamentar la versión del mismo que interesa al autor o al productor de la obra. Así, Esparta no es un régimen militar esclavista gay friendly sino superdemócrata superhetero, y el Imperio Persa no es uno de los estados más tolerantes y cosmopolitas de la Historia sino una nueva encarnación del imperialismo asiático (de ahí el aire japones de algunas tropas persas; no es el filoniponismo de Miller sino el recuerdo del Japón imperialista que, al haber sido combatido por EE.UU. en la 2ª Guerra Mundial, está inserto con fuerza en el imaginario de los estadounidenses adultos de la actualidad). O sea, Esparta es EE.UU. y el Imperio Persa es el talibanismo. El pasado ha sido sodomizado por el presente por intereses políticos, algo, por cierto, tan viejo como la Historia. Así es como surgieron los mitos basados en hechos reales. Por tanto el peplum es Fantasía y no Historia.
El cartel español de la peli. No sé porqué el más soso de todos.
Todo este rollo ha sido gratuito, disculpadme, pues Hércules no tiene ninguna intencionalidad política, y además como adapta libremente (sobre todo porque resume mucho) la versión del mito de los argonautas de Apolonio de Rodas es Fantasía. El susodicho film surge en la Edad de Oro del cine italiano. En los 50 del siglo XX los estadounidenses ruedan tanto en Italia y el cine italiano está tan de moda que hay dinero a espuertas para crear una industria cinematográfica, es decir, para explotar modas y éxitos (con la tv en todos los hogares el Cine ya no puede producir entretenimiento ligero y barato porque entre otras cosas ha dejado de ser barato de producir). Así que unos currantes italianos decidieron coger la ola creada por la estadounidense Sansón y Dalila siguiendo el éxito de la notable peli italiana Ulises. La 1ª resucitó el peplum, una de las bajas de la 1ª Guerra Mundial, y la 2ª demostró a los italianos que podían volver a practicar el subgénero, que si no inventaron si convirtieron en internacional, con éxito mundial. Así surgió Hércules, sin ninguna pretensión salvo la de una inversión segura y con la certeza de que el público italiano estaba cansado del neorrealismo porque sólo les recordaba sus miserias, así que lo querían era escapismo puro y duro. Nada de cine comprometido y social. Así, el éxito internacional de Hércules sorprendió a sus autores y cambió el Cine para siempre ya que sin ella el de Acción moderno sería distinto. También el film sorprende hoy porque es bastante malo. Extraña que sin ritmo, sin acción, sin imaginación y con una dirección muy vulgar encandilase a la gente. Si bien es cierto que triunfó en la chiquillería y en las provincias, un público poco educado en el Cine debido a su inexperiencia y marginalidad respectivamente, y por tanto apreciadores de la simpleza y la linealidad. Se entiende el éxito del gran S. Reeves, sobre todo para el que ignora que está doblado (incluso en inglés), aunque está tímido y demasiado teatral, porque es atractivo y verosímil, pero él, el bosque de piernas femeninas (que hoy ya no es un atractivo como lo era en los recatados 50), los decente vestuario y decorado y la fotografía de M. Bava no son suficientes para salvar del Tiempo a esta peli. De modo que su mérito es exclusivamente histórico. Así, no hay más que decir della. Por tanto veamos un poco los clichés que fijó para la posteridad porque son útiles para apreciar el peplum que surgió de su éxito.
La Naturaleza, el forzudo y la Justicia: la peli comienza en la Naturaleza. Su 1ª imagen tras los títulos de crédito, que evocan en lo visual a las figuras negras griegas y a algunos trabajos de Hércules y en lo sonoro la ampulosa banda sonora estadounidense típica de sus superproducciones, es un pastorcillo tocando una siringa (ntra. zampoña) mientras su rebaño de cabras pasta en el campo. Esta escena remite al mito de la Arcadia feliz. Pero la quietud y el género pastoril es fantástico tanto antaño como hoy, así que la tranquilidad de la Naturaleza no hollada por la civilización le sigue la tormenta: los caballos desbocados de una biga. Entonces entra en escena el forzudo, tras arrancar un árbol del suelo con raíz y todo (una imagen homenajeada en El desafío de Hércules), semidesnudo pues sólo viste una pequeña piel (que pierde cuando se urbaniza y recupera cuando es exiliado) y con barba (si bien, como el pelo, está muy cuidada), luego comprobaremos que es rudo y directo, un tío de campo (o sea, de pueblo). Después contemplamos como domina la Naturaleza, o sea, a los caballos, con su fuerza y valor; evidentemente le hizo lo mismo a la bestia a la que perteneció la piel que luce. Salimos de dudas cuando le vemos que tiene un pantagruélico apetito carnívoro. Aquí tenemos el 1º y principal cliché del cine heroico que está ya en los mitos. El héroe pertenece al exterior, es extraurbano, y por ello, ya que la Naturaleza es sobrenatural (tanto para ntros. antepasados como para muchos de ntros. contemporáneos), con un físico superhumano (ya se sabe que las bestias son más rápidas, ágiles, fieras o fuertes que un humano). Pero es que también encarna la Justicia, que para la mentalidad cósmica (presente hoy como antaño) es una fuerza superhumana que siempre triunfa. Así, el héroe no puede ser alguien humano que se supera a sí mismo o se esfuerza al límite, sino alguien, por natural, tanto extraordinario como justo y honrado. El buen salvaje no lo inventó Rousseau.
La princesa: si hay forzudo alguien tiene que estar en peligro. Aquí es una princesa vestida con un imaginativo y breve vestido que evoca, por su blancura, ausencia de botones y cremallera (a la vista al menos) y aire de túnica, la moda clásica griega. No es lo habitual, la princesa digo, pero es que las pelis fundadoras suelen estar más libres de los clichés que sus explotaciones, por eso son mejores que estas. De todos modos este es el interés romántico del forzudo, algo poco habitual ya que suele ser célibe, y no la víctima a la que va a ayudar. Esta princesa es, como la mayoría de los personajes femeninos de aquella época, un florero. Tiene de original el que enseña más carne, unas largas y bonitas piernas, porque se pasea toda la peli en minifalda 7 años antes de que se inventase. Sin duda una de las razones del éxito del film en su época, y hoy una de las quel susodicho sea pesado. También una prueba de que el peplum remite al presente y no al pasado pues en la Antigüedad ni una ramera se hubiera atrevido a ir así de desnuda por la calle. Mucho menos hubiera salido a conducir sola por el campo. Ambos personajes se conocen en una playa. La Naturaleza vuelve a aparecer aquí como sitio romántico por excelencia. Seguro que también remitiendo de alguna manera al nacimiento de Afrodita. Los autores del film, aunque simplones, eran gente culta.
Sylva con o en minifalda antes de Mary Quant.
El tirano: el villano del peplum suele ser un tirano. Muchos quieren ver en ello una intencionalidad política (aún las dictaduras dentre guerras estaban recientes y el fascismo no era marginal en la Italia de los 50), pero es que en la Antigüedad no hay ni empresarios ni científicos locos. O sea, pocas clases de villanos tiene y por tanto la elección del tirano como villano es algo desinteresado en la mayoría de los casos. Lo normal, sobre todo en la ficción maniquea, es que el antagonista sea todo lo contrario del protagonista, por eso casi todos los villanos del peplum son astutos en vez de fuertes y honrados, cobardes en vez de valientes, mayores en vez de jóvenes y afeminados en vez de viriles (aunque muchas meces van acompañados por vamps es evidente que son impotentes o voyeurs). Por eso el villano por excelencia del peplum es un tirano (igual que el de los Superhéroes, un género hermano) viejo, cosa que tiene que ver más con la explotación desta peli que con ideas políticas o sociales, sin olvidar que en los mitos griegos el enfrentamiento intergeneracional es clave y los roles según edad están muy definidos Así, el villano aquí es un cincuentón fuera de forma que siempre lñeva un vestido largo y va arreglao y enjoyao, o sea, para los rústicos dentonces (y ahora) es un afeminado. Ya se sabe que el Mal para los cristianos (recuerdo que estamos en los 50 en una peli hecha por un cincuentón) siempre es femenino y reptilesco, no aguerrido y varonil. Lo original desta peli es que el villano tiene conciencia. Por eso tiene la genialidad de que el villano es doble. Junto al tirano está el asesino (Euristeo personaje totalmente inventado pero que lleva el nombre del rey que impuso los 12 trabajos a Hércules). Un tipo más viril que el tirano pero más aceitoso y con un aspecto más turbio que remite al moro. Su caracterización recuerda mucho al Otelo de O. Welles. Oscuro, aguileño y con un pendiente dorado en una oreja. Es tan evidente que es una mala persona, una cicatriz le atraviesa el rostro, no se priva de na, que uno se pregunta cómo no ha sido linchado ya habida cuenta de lo alegremente que lo solía hacer la masa del pasado. Una vaca no daba leche y... Este pone todo lo que le falta al tirano, la sexualidad (pretende a la princesa hija del tirano), la agresividad (asesinó al hermano del tirano para que este pudiese ser rey en lugar del rey) y el arrojo (se va de aventuras en vez de quedarse encerrado en palacio). También la peli tiene otro villano más. Uno mini. El hijo del usurpador. Su personalidad caprichosa, indolente y soberbia le impiden sacar partido de su fuerza (está interpretado por un italiano exboxeador peso pesado) y por eso tan sólo es un forzudo teórico. Otro elemento interesante que introduce la peli pero que no desarrolla es que la mala conciencia del tirano, el trauma familiar, ha convertido la familia regia en disfuncional. Claramente los hijos tienen un problema con su padre, a ninguno ha dado lo que necesitaba, para la princesa una figura paternal de confianza y para el príncipe un rey intachable. Por eso la intrusión de Hércules como, atención, instructor del príncipe, tiene unas implicaciones psicológicas que podían haber dado algo de interés a la peli.
Lo sobrenatural: normalmente es algo raro en el peplum, sobre todo en el del siglo XXI, aunque tenga forzudo, pero como esta peli se inspira en el mito no puede eludirlo. De todos modos se las ingenia para que no salga ningún olímpico, los grandes marginados del subgénero. Lo destacable deste aspecto de la peli es que está tratado con ironía. Lo sobrenatural siempre va acompañado, es cliché, con una música especial, pero aquí remite a la banda sonora genérica de las pelis de Ciencia Ficción (que recoge del cine fantástico la costumbre de subrayar lo inusual con la música). Como sus autores reconocieron, el año anterior se había puesto en órbita el Sputnik cambiando así el mundo para siempre. Por eso para ellos hacer un peplum tuvo algo de romántico y de absurdo. Seguramente por eso el Hércules de la peli renuncia a su divinidad. Como sus autores no podían despojarle de su superfuerza, lo divino deste héroe para los antiguos griegos, decidieron hacerle inmortal (algo más propio de los dioses para la mente cristiana) para que así pudiese humanizarse. En el fondo seguían a Homero para quien que un dios ande entre mortales sólo trae desgracias tanto para él como para los otros. Así, este Hércules no quiere su inmortalidad porque le trae desgracias, no puede corresponder al amor de la princesa y es extraño para los mortales. Como todos los seres monstruosos su tragedia es que no encaja. Esta versión de Hércules, debido a su tremendo éxito en EE.UU., fue una de las pelis más taquilleras de 1959, algo muy difícil de conseguir para una peli extranjera aunque hable en inglés (o esté doblada como está). Así la mayoría de las veces, como en la serie de tv Hércules, el héroe griego es a la vez superfuerte e inmortal y acaba renunciando a esta última para poder fundar una familia (en EE.UU. los valores familiares siempre se acaban imponiendo). En el fondo el peplum es burgués y por ello siempre se impone la mediocridad a la que tanto cantó Aristóteles. Por ello también aquí Quirón no es un centaruo. Pero como los mitos no son totalmente manipulables la vinculación deste con la Naturaleza permanece. Él se llevó a Jasón de la ciudad a las montañas para protegerle e instruirle. Así, en ese incomparable entorno natural convirtió a aquel en un joven honrado, gentil y saludable, como antes hizo con Hércules. Antes de que la política se sofisticase, es decir, se humanizase, la Naturaleza era la escuela de los príncipes.
Hombría: el peplum es patriarcal. Si la peli no lo es, entonces no es peplum. Da igual que tenga toda las demás características definitorias. Por ello el héroe es superfuerte y va semidesnudo. Se trata de destacar su hombría, aunque vaya depilado y de peluquería, para hacerla admirable. Por ello las pelis de James Bond y de forzudos se parecen. Así, al igual que la escultura griega esculpió cuerpos perfectos, el peplum pone a hombres en buena forma física lo más desnudo posible. Por eso, aunque el peplum ha abandonado el erotismo, es decir, las mujeres guapas semidesnudas, no ha cubierto a sus héroes. Su objetivo no es alegrar la vista al macho, es loarle. El caso es que por un lado está la moda de la gimnasia y los valores machistas (lo que define al hombre son sus uevos, es decir, su fuerza, valentía y promiscuidad, y por el otro está el feminismo y los valores burgueses (lo que define al hombre es su civismo, es decir, que trabaje, cumpla las leyes y sea un fiel marido), así que hay que sublimar ese conflicto. A los jóvenes se les loa la salud-gimnasia (Schwarzenneger, Ferrigno, Stallone, etc. se hicieron culturistas y actores porque les deslumbró en su infancia S. Reeves) y se les enseña que el hombre es el que decide, y a los adultos se les propone una fantasía que les haga olvidar que han sido domesticados. Por eso, en un peplum de libro como es la infame Gladiator sus autores se cargan a la familia del prota antes incluso de que aparezca, las mujeres como personas y las familias, sobre todo estas, sobran en la fantasía del macho (por eso en Hércules no aparecen madres, hermanas, tías, primas, suegras... y tampoco la argonauta Atalanta). Por ello el prota por 1ª vez en la Historia es un culturista y se dedica a instruir a la chavalada de Iolco (jolco en el catetto español de los 50). Como hemos visto al hablar de Quirón, el Hércules desta peli tiene un aire a famoso que da consejos de salud y moral a los críos.
Sansonadas: el peplum surge del sector conservador de Occidente y se ha creado en una sociedad confesionalmente cristiana, por eso la Biblia lo ha contaminado. Como en EE.UU. la cultura clásica es desconocida, por ello mientras que Italia es la 1ª potencia en el peplum pagano EE.UU. lo es en el bíblico, los antiguos forzudos se confunden con Sansón. Bien es cierto que Hércules y aquel son el mismo personaje de ficción, o sea, son versiones del mismo arquetipo. Así, ambos matan un león, sólo que el del 2º tenía una piel impenetrable (los griegos siempre han sido más imaginativos que los semitas, cosa de tener artes visuales). Por eso la muerte del león es uno de los 2 trabajos hercúleos que aparecen en la peli (lo mismo en Hércules el origen de la leyenda), el otro es la captura del toro de Creta (el padre del Minotauro). Aquella está rodada de una forma que homenajea el enfrentamiento entre Sansón y el león de la peli antes mencionada Sansón y Dalila. Esto de matar una bestia sólo con las manos representa el triunfo del humano sobre la Naturaleza, que la domina, es decir, que tiene todas sus cualidades. También por Sansón este Hércules, hacia el final de la peli, derriba un edificio desplazando 2 de sus columnas. Para completar tenemos también que este Hércules dobla una barra de hierro y rompe unas cadenas. Esto no son sansonadas ni trabajos hercúleos sino las 2 hitos de las actuaciones de los forzudos de circo, un entretenimiento muy popular en aquellos años bárbaros y unos personajes de entretenimiento que siempre se inspiraron en Hércules. Por él su característica "piel" de gran felino.
Eva: lógicamente tras todo lo que llevamos escrito lo femenino tenía que aparecer y hacerlo de forma bíblica (no obstante los antiguos griegos también fueron machistas y por ello también culpabilizaron a la mujer de todas las desgracias de la mortalidad: Pandora). Quizás el gran tema de la peli sea la mujer, ese ser extraño y tan necesario como problemático para la mente patriarcal alienígena. El 1º personaje que aparece en la peli es la princesa, en peligro diríase para cazar un marido. La siguiente es una sibilia. Como es tradicional en el patriarcalismo la mujer se relaciona con lo sobrenatural, ella puede ser poseída pero un hombre de verdad no. Así ella es la que priva al Hércules desta peli de su inmortalidad, bien es cierto que es siguiendo su deseo. Finalmente el único episodio, junto la muerte del dragón (que remite a Godzilla), de la Argonáuticas es el de las amazonas, naturalmente más vamps que guerreras. Por eso no se parecen en nada a las que se imaginaron los antiguos griegos. Son arqueras pero no visten a lo clásico o a lo escita sino como las extraterrestres femeninas de la Ciencia Ficción, remitiendo además a las abejas y a las sirenas (otro episodio que la peli tomado de la Odisea es el enfrentamiento con unos primitivos que hacen de lestrigones, Ulises era un éxito reciente) pues la decoración de su morada, una caverna, evoca al mar y sus suspiros tienen que ser neutralizados por el viril canto de Orfeo. Curiosamente su cueva está llena de estalactitas en vez de estalagmitas. Esto de amazonas vamp se explica, además de por el erotismo, el principal reclamo del peplum clásico, porque la peli va sobre la hombría en un mundo donde el feminismo está despertando de la resaca del dcho. a votar. La mujer es peligrosa para el hombre por eso no ha de ser poderosa, y las peores son las seductoras, es decir, las que toman la iniciativa (Dalila). Lógicamente esta es la parte que más factura pasa al film. Por eso el erotismo siempre está en el peplum clásico, si bien de forma ambivalente. Ya hemos dicho que está para alegrar la vista del espectador masculino, evidentemente el target del film, pero la inclusión del cliché de la escena de la orgía (banquete mientras unas bailarinas microvestidas danzan) no tiene carácter recreativo sino admonitorio contra el lujo, la lujuria y la molicie, temas que el patriarcalismo asocia con la mujer. Curiosamente no sale Medea, tras Pandora el personaje femenino donde más misoginia pusieron los antiguos griegos.
La víctima: cuando la peli parecía que iba a ir por otro lado, casi a la mitad acaba por aparecer la víctima a la que este Hércules ha de auxiliar. Es Jasón. Un joven rubio (el hijo del tirano es moreno pero la princesa es rubia; si bien S. Reeves es moreno). El príncipe destronado es un cliché del peplum. Como el forzudo viene del exterior la amenaza no puede ser contra él, por eso este subgénero casi siempre precisa una víctima. Sólo en el peplum yanki la cosa es personal (por eso en los superhéroes la cosa también ha terminado por ser sólo personal).
Batalla final: el peplum intenta siempre ser espectacular y por ello acude a las escenas de masas siempre que puede. Esta peli con poca acción explota al final en un ininteligible combate entre los argonautas y el ejército del tirano, que aquí no muere matado indirectamente por el héroe como es lo usual sino suicidándose. Remordimientos ya se sabe. En cambio este Hércules mata al asesino. Así por fin termina la película. El gobierno está en manos legítimas, jóvenes y buenas, el joven príncipe ha aprendido que las mujeres son peligrosas y el héroe ha sido domesticado.
Así pues se comprende que esta mala peli triunfó por ser en color, a finales de los 50 aún la mayoría de la producción audiovisual era en B&N, por su erotismo ligth (el Playboy estaba en sus inicios), por ser novedosa, la Antigüedad hacía tiempo que no se abordaba de forma tan desenfada, por tratar temas de la época, por un protagonista admirable y por ser sencilla, convencional y modesta. Y por eso mismo hoy es mala, nada desas cosas hoy es un valor. Si las cosas hubieran sido normales hubiera sido un one hit wonder, pero en aquella época no había muchas pelis juveniles, ni muchos entornos que se prestasen naturalmente al erotismo y a la exhibición de la fuerza y del cuerpo del varón humano, ni muchas modas que explotar. Por ello calló cuando los jóvenes se hicieron rebeldes, el erotismo se generalizó, el feminismo se hizo fuerte y la moralidad dejó de ser atractiva. La motivación de hacer un Spaguetti Western, la moda que desplazó al peplum, fue la de presentar personajes inmorales y entornos caóticos.