Revista Cine
La década más decisiva para Occidente ha sido la de los 60 del siglo XX. Durante esos años cambió todo en él. En ese sentido es como la de los 90 dese mismo siglo para euroriente. La Historia Contemporánea se encaminaba hacia ella si bien no en línea recta y sabiendo bien a dónde iba. Más bien como el agua que se abre paso por donde puede en su camino hacia abajo. Por supuesto tampoco dirigida por ninguna Providencia. El tema es que al Poder no le interesaba que los 60 llegasen. Pese a ello a principios del siglo XX el torrente ya era lo suficientemente grande para acabar con los importantes restos de la Edad Moderna, el Imperio Austrohúngaro, el Reino de Prusia (disfrazado de Imperio Alemán), el Imperio Ruso y el Imperio Turco, que aún quedaban. Este fluir se vio interrumpido por el Crack del 1929, ejemplo de que Occidente camina a ciegas, lo que resucitó los rescoldos de la Edad Moderna: Hitler nació en el siglo XIX y combatió para el Reino de Prusia y muchos nazis eran hijos huérfanos de padres que combatieron en la 1ª Guerra Mundial (dejad que Freud saque sus conclusiones). La modernidad era evidentemente problemática, y a los ojos de muchos maduros y jóvenes desnortados era peor que lo anterior. Como todos sabemos el intento de embalsar el torrente fue superado, pero no es tan popular el curioso intento por parte de los ganadores de lograr lo que sus enemigos habían intentado. Por eso los 50 es la década más conservadora del siglo XX. Por eso es la Edad de Oro del Cine Cristiano: Quo Vadis?, La Túnica Sagrada, Ben Hur, Los Diez Mandamientos... Los hombres maduros trataron de volver a la sociedad de principios de siglo, su infancia, y la mayor víctima dello fueron las mujeres (en los años 20 es cuando ganaron el dcho. al voto). Las 2 guerras habían convertido a la mujer en trabajadora autónoma y habían destrozado a la élite decimonónica (aristócratas ricos y alta burguesía) y ahora eso se intentaba revertir. En lo que toca a las mujeres se las despidió masivamente para que sus trabajos fueran ocupados por los "cabeza de familia" y el cine estadounidense A y B inició una campaña para convencerlas de que su realización estaba en ser ama de casa. Por ejemplo el Cine Cristiano ponía a parir a la mujer liberada mediante las vamps biblicas. La resistencia de la mujeres en los 50 fue pasiva como demuestran las pelis de estrellas maduras como B. Stanwyck (Delito de pasión 1957 es una interesante film donde una profesional independiente se casa ya mayor por lo que pasa a ser ama de casa, y como se aburre y su marido es tonto conspira para que ascienda; la cosa termina mal para ella como si fuese una vamp más). Pero en los 60 pasó al activismo, sobre todo por el terror de las jóvenes al futuro que les esperaba, y así fue una de las fuerzas que iniciaron un cambio en Occidente, que en este tema aún no ha terminado por la resistencia de los hombres y el apoltronamiento de las mujeres en los 90, sin duda cansadas de empujar. Todo esto tiene su reflejo en el Cine de la época como ya hemos visto. En los 60 el occidental pasa de clásico a moderno. Quizás donde esto mejor se ve es en el cine popular italiano de los 50 y 60. En los 50 aparece el peplum, que es patriarcal, familiar y maniqueo, y en los 60 lo sustituye el Spaguetti Western, que es violento y amoral. Parecido cambio se puede ver en Tintín, en los 60 sus aventuras dejan de ser maniqueas e infantiles. En todo esto es clave Por un puñado de dólares, aunque realmente la decisiva fue la magnífica El bueno, el feo y el malo, que es de 1966. La 1ª fue decisiva porque acabó con el peplum dejando a mucho culturista mal actor en la cuneta. Hércules fue la peli italiana más taquillera de 1958 (la más taquillera en Italia en ese año fue Los Diez Mandamientos...), y entonces los italianos se pusieron a producir peplums ha destajo reinventado el género. En 1964 este estaba enfermo por saturación, cutrerío y falta de ideas pero no parecía moribundo. Sin embargo S. Leone, que había comenzado en el peplum, lo mató con un Por un puñado de dólares. Este fue la peli italiana más taquillera de 1964, y de la Historia hasta entonces, a pesar de no contar con promoción en la era preInternet! así que los italianos se pusieron a hacer pelis del Oeste a destajo como si nunca hubiera existido el peplum o el retroconservadurismo de los 50.
Genial esa mano armada en el suelo. Un invento del autor del cartel ya que no hay un plano parecido en toda la peli.
Es normal que Por un puñado de dólares superase a Hércules. Es mil veces mejor película. Ya solo la estupenda dirección de S. Leone y la fabulosa banda sonora de Morricone la elevan por encima de la gran mayoría. Pero dista de ser una peli esférica como es El bueno, el feo y el malo, una de las mejores pelis occidentales de la Historia y una de las más influyentes. El guión es tramposo y se atasca, la historia está cruda y los personajes son bastante planos. Esto se debe a que S. Leone no tenía muy claro como conseguir lo que quería. Por eso la peli es una mezcolanza de lo antiguo y lo nuevo. Pese a esto lo petó porque era moderna, actual. Por decirlo de una manera pedante: porque plasmó el zeitgeist dentonces cuando el peplum pertenecía a una época anterior, no a la década anterior, sino a unas pocas más allá. S. Leone, además de querer hacer un western, quería hacer una peli moderna, apropiada a la Italia transformada por el capitalismo. Por ello no quería hacer una peli maniquea, es decir, clásica, quería hacer una peli amoral y adulta. Dejar de lado el cuento tradicional que enmascaraba la realidad y el capitalismo. Así pues es interesante ver los contrastes entre Por un puñado de dólares y Hércules para ver su originalidad, que fue desarrollada hasta culminar en la fabulosa Pulp Fiction.
La Naturaleza está presente igual que en el peplum. De hecho más ya que el western es exótico para Europa e incluso para los EE.UU. dentonces (coetáneo al Spaguetti es el llamado crepuscular), así que el paisaje es fascinante por no ser familiar. Lo que Por un puñado de dólares cambia es el protagonista y con ello la Justicia. Si el héroe del peplum se caracteriza por su valor, fuerza, físico (cosas de ir semidesnudo) e integridad, el del Spaguetti Western por su valor (si no, no sería héroe), astucia, habilidad y amoralidad. Pasamos de Hércules a Odiseo. De la Justicia triunfando por la fuerza pasamos al egoísmo triunfando por la inteligencia. Odiseo consigue su meta, personal e intransfrible, en un mundo hostil y sobrehumano gracias a su astucia, y eso es lo que caracteriza al personaje de C. Eastwood en esta peli. En un pueblo peligroso consigue enriquecerse a fuerza de genio y de habilidad (rapidez y puntería), no por un físico superior. Así, la Justicia no importa. El prota no defiende el Bien, ni el mundo se divide en buenos y malos de forma clara. No obstante, ya lo dije, la peli es incongruente. Aunque el prota no es bueno castiga a los malos. Todavía S. Leone no ha conseguido librarse, como en la excelsa El bueno, el feo y el malo, del tonto maniqueísmo premoderno que ha imperado por siglos en Occidente a pesar de ser irreal. Así pues, aunque no es un justiciero el prota todavía combate al Mal y es noble. Estos restos de maniqueísmo desaparecieron pronto en estos westerns concretos. Sigue fuerte en el cine estadounidense.
El otro cambio revolucionario del 1º western de S. Leone es el tema de la mujer. Aunque el Cine Clásico es machista siempre tuvo sitio para la mujer ya que es conservador, pero en aquel es casi expulsada. En la espléndida El bueno, el feo y el malo lo es totalmente. La mujer en el peplum (y en el cine conservador) es damisela en peligro, reclamo erótico y peligro, el Spaguetti pasa de esos clichés tan viejos como la Historia. Pero más que por moderno, por desinterés; también ya estaba el giallo. Por un puñado de dólares es una peli viril y en tal mundo no cabe la mujer porque plantea cosas que no interesan. Así, su presencia es casi testimonial. Se reduce a 2 personajes femeninos secundarios. Una damisela en peligro que no dice nada y que inusualmente no es el interés romántico del prota, y una matriarca, después de todo esto es una peli italiana y la mamma es la mamma. Una mujer madura aún guapetona que es comandante de uno de los bandos. Es fuerte y lista pero está casada y es fiel y no deja de ser una falda, así que en ese sentido es como las reinas de la épica griega. Ayudan al héroe mediando por él ante el rey pero no hace nada porque por ser mujer no es un agente, carece de músculos. Así pues no hay erotismo, en realidad un poco pero es más algo inconsciente, y por eso se ha colado, que algo intencionado y explotado, y tampoco hay vamps. Por eso desaparecen en seguida las mujeres en el Spaguetti (evidentemente no totalmente). Ni necesita una damisela en peligro para que haya historia, ni le interesan el erotismo y presentar un peligro para el prota diferente. Así, más que una superación del patriarcalismo es una alternativa. Es una exaltación de la hombría como aquel pero no es machista porque no puede haber machismo en un mundo sin mujeres.
Al no tratar sobre la Justicia el malo es diferente. Si en el peplum es el ambicioso, y por eso normalmente es un tirano (o aspirante a), en el Spaguetti es el codicioso. Con el capitalismo en racha lo deseado no es el poder sino el dinero y así los malvados no son políticos sino empresarios y delincuentes. En Por un puñado de dólares los malos son 2 bandas de contrabandistas que pretenden monopolizar el negocio y lo que mueve el prota es enriquecerse a costa dese enfrentamiento. Todos ven una oportunidad de oro y tratan de aprovecharla. Así, al igual que no hay damisela en peligro, no hay víctima a la que socorrer y por eso el villano clásico desaparece. Por esta razón la Ley no está presente en las historias, ocurren en lugares sin ella, y el malo es un alter ego del protagonista. Un tío de parecido nivel al del prota, no como en las pelis de forzudo donde nadie puede hacer frente al héroe. También al no ser pelis patriarcales el tema de la paternidad desaparece. Como no hay mujer ni autoridad en la peli no está presente el conflicto con el padre, omnipresente en el cine estadounidense dentonces y ahora.
Como hay amoralidad y tenemos el dinero lógicamente lo fantasioso desparece quedando como vestigio la fantasmada, normalmente la increíble rapidez y puntería del prota y que nadie necesite recargar. Así, tenemos realismo, es decir, lo sobrenatural, el maniqueísmo, la superfuerza, la geografía mítica y los monstruos no existen.
Finalmente el Spaguetti también es espectacular, todo cine comercial, industrial y popular debe serlo, pero lo es de forma diferente a como lo es el peplum. La espectacularidad deste descansaba sobre todo en el color, el erotismo y las escenas de masas o de destrucción urbana, el de aquel en la violencia. El Spaguetti acabó con los últimos escrúpulos que quedaban para representarla porque en su época lo normal era el color, sin mujeres no podía ser erótico y ocurría en pueblos de mala muerte. Por eso no lo quedaba otra que aumentar y espectacularizar la violencia, después de todo es una cosa de tíos. Cuando no se puede follar... No obstante quien llevó esto a su cénit no fue S. Leone o uno de sus imitadores italianos sino Peckinpah, un estadounidense. Fue él el que descubrió al mundo entero, por entonces aún con la resaca de la 2ª Guerra Mundial y en pleno Conflicto de Vietnam, que la violencia no es horrorosa sino sublime para horror de muchos (entrellos los antitaurinos).
Así pues Por un puñado de dólares es una peli entretenida con momentos brillantes pero que no termina de explotar porque su autor no tenía las ideas claras. De ahí que necesitase refinar la fórmula. No obstante precisamente por ser una de las 1ª pelis modernas, tanto formalmente como temáticamente hablando a pesar de ser tradicional y estar ambientada en un pasado mítico, aguanta perfectamente el tipo pese a estar sobrexplotada y superada por sus directas continuaciones.
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