El presidente Recep Tayyip Erdogan obtuvo una ajustada victoria en el crucial referéndum que dirimía si se le otorgaba más poder en Turquía, pero la oposición denunció el resultado que divide profundamente el país.
El infatigable Recep Tayyip Erdogan, adulado por la mitad de Turquía y odiado por la otra, ganó por poco este domingo el referéndum constitucional para asentar de una vez por todas su poder, nueve meses después de un fallido golpe de Estado.
El “Reis” (“Jefe”), como lo apodan sus partidarios, había lanzado todas sus fuerzas en la batalla de la campaña por el sí, enardeciendo a las masas en decenas de mítines celebrados en todo el país.
Pero la ajustada victoria del domingo, que la oposición pone en entredicho, refleja hasta que punto el país está profundamente dividido después de 15 años de Erdogan en el poder.
Esta reforma constitucional, validada por una mayoría de turcos, concede al presidente unos poderes de los que no ha gozado ningún dirigente turco desde el fundador de la República, Mustafa Kemal Ataturk.
Para sus partidarios, la reforma es necesaria para garantizar la estabilidad en la cúpula del Estado, pero sus detractores denuncian un texto redactado a medida para el actual presidente, acusado de ser cada vez más autoritario.
A sus 63 años, Erdogan ha vivido uno de los años más turbulentos de su larga carrera política, con un golpe de Estado fallido, una degradación de las relaciones con Europa y una ola de atentados en Turquía.
Con información de AFP.
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