Vivimos en plena comedia del moderneo estúpido en que ahora el proceso de denostación antes utilizado contra grupos como Franz Ferdinand, The Killers o Muse, ha caido sobre los hombros de Julian Casablancas y los suyos.
Que si el primer single sonaba a Maná (¿se supone que un moderno debe conocer a los mexicanos cansinos de El Muelle de San Blas?), que si el segundo suena a lo mismo de siempre, en fín, quejarse muy porque sí, cuando lo divertido es dejarse llevar y no ver las trascendencias estúpidas más allá de los menos de tres minutos de canción.
El vídeo es una especie de resumen-homenaje a su trayectoria, en que caben ensayos, camerinos, conciertos (con Lou Reed incluido), un repaso a sus clips más emblemáticos, un todo perfecto para englobar con el título del tema. Supongo que un símil de lo que puede ser el disco Comedown Machine, en el que todo apunta que cabrá todo lo aprendido en el camino hasta la fecha.
A título personal decir que con The Strokes me pasa como con Los Planetas, por poner un ejemplo fácil, que me da lo mismo que evolucionen mucho o poco que la esencia sigue ahí, y me tendrán bien contento con lo que me den. Roco dixit.