Con mucha pena he de decir que ya me ha tocado volver a la cruda realidad de Milán y atrás he dejado mis días en las playas ibicencas… ¡qué gran dolor pesa en mi corazón! Sobre todo porque al llegar ¿qué me encontré? Una Milán inmersa en las tormentas y la lluvia. Así como lo oís. Fue como una bofetada bien dada en tan sólo dos horas de avión (por cierto, me pillaron las turbulencias que tanto odio…)
Como os tenía un poco abandonados, y aprovechando que me llevé mi super cámara de viaje, os he dejado unas perlitas de los lugares tan fantásticos que vimos. Ay mucho más, pero eso nos lo guardamos para los que fuimos ;-).
¿Dónde os habéis ido vosotros de vacaciones??
Un abrazo!