Se suponía que era la definitiva, de manera que Scorpions reventaron el Palacio Vistalegre de Madrid dos noches consecutivas en marzo de 2014. Como vivo prácticamente al lado del pabellón, debo ser de las muy poquitas personas que lo gozan en Vistalegre más que nada porque es jugar en casa y eso siempre te da cierta ventaja.
Y porque me mola ver las calles del barrio hasta la bola de gente uniformada, predispuesta para la celebración en el aquí y en el ahora sin pensar en el mañana. Y aquel viernes 7 de marzo de hace algo más de seis años fue exactamente eso, maginificado por ser supuestamente conciertos de despedida. Un buen atracón de himnos entre pecho y espalda, infalibles como de costumbre.
Tardaron poquito en cambiar de opinión los Scorpions y desde entonces prácticamente han vuelto todos los años, pero bueno, a ver, son mentirijillas que hay que perdonar si valen para seguir disfrutando en vivo de su cancionero de hard rock infalible para las multitudes. Me lo explicó en 2016 así Rudolf Schenker en entrevista para Europa Press: "Continuar se ha convertido en una misión".
Sí que es verdad, echando la vista atrás, que algo nos olíamos ya, porque la crónica de aquella velada, que tenéis AQUÍ con una galería de fotos bien guapa de Patricia Cano, la titulé 'La (pen)última rave de Scorpions en Madrid'. De manera que definitivamente no se puede decir que nos pillaran por sorpresa.
Aquello fue una fiesta, en cualquier caso y en definitiva, con Vistalegre convertido en una bombonera de emociones, estribillos para corear, litros de cerveza, sudor, abrazos, charlas fugaces y amigables con desconocidos... todo eso que pasa en un gran concierto de rock en el que impera la camaradería.
Este es, claro, un episodio más de la saga de Vídeos de viejos grandes conciertos en los que estuvimos y compartimos (la sección completa está AQUÍ). Una manera de hacer tiempo, ya sabéis, hasta que podamos volver a juntarnos. Habrá que pensar muy bien cual será el concierto de regreso de cada cual, por cierto, porque lo recordaremos toda la vida después de estos meses de desconcierto generalizado.
Y para recordar aquel viernes de rock en Carabanchel, comparto con vosotros la imagen inicial de este post -nunca hubiera imaginado que mi afición a hacer tantas fotos a las multitudes eufóricas y ansiosas antes de los conciertos sirviera para acompañar en un momento como este presente que vivimos-, y unos cuantos vídeos que he encontado en esa fuente inagotable que es YouTube.