Durante el embarazo, especialmente si es el primero, y dada la falta de tribu hoy en día, nos enfrentamos con grandes incógnitas. Si no hemos presenciado antes de parir, ningún parto natural, excepto los -muy mal retratados por cierto- partos hollywoodenses, nos formamos una idea de lo que puede ser el parto, que muchas veces nos atemoriza y condiciona la vivencia que tendremos llegado el momento. Una herramienta muy poderosa para concientizarnos acerca de lo que realmente es un parto, de los distintos tipos que pueden darse, en la vida real, ya no en cine y televisión, es viendo videos en YouTube.
El primer video, retrata a una mujer, que experimenta un orgasmo durante el parto. Se ve tan serena, como espectadora de su propio cuerpo, dejándose llevar por las hormonas, y observando y disfrutando del proceso. Su cara es un poema, y su reacción al ver a su bebé y subirlo entre sus piernas hasta su pecho es sencillamente espectacular. Lo único que no comprendo, es por qué estará en posición de litotomía: estar semiacostada en lugar de moverse libremente. Probablemente habría estado más cómoda en una posición vertical en donde el bebé habría tenido la ayuda de la gravedad para salir del canal de parto. A pesar de ello, es un video precioso...
En este segundo video, se entrevistan a varias parejas que relatan su experiencia de parto orgásmico. Amber y Nassim cuentan entre risas que el parto no tiene por qué ser algo traumático y doloroso, que puede en cambio, ser una experiencia gozosa y de felicidad extática.
Debora Pascali sugiere que las parejas deberían mantener una mente abierta con respecto al parto, ya que los mismos órganos involucrados en el orgasmo, son aquellos que nos permiten parir, por lo que esto puede convertirse en una experiencia muy placentera. Realizó un documental en el que entrevista y filma a varias parejas durante su parto.
La Dra Christiane Northrup, médico gineco-obstetra y autora del libro Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer, cuenta que cuando el bebé desciende por el canal de parto pasa por el mismo lugar que es estimulado por el pene durante el coito. Además, el parto en sí implica una enorme cascada de cambios hormonales, se segrega mucha prolactina, oxitocina y beta endorfinas, las hormonas del placer justamente.
La Dra. Northrup nos explica que la expectativa que tenemos con respecto al parto nos condiciona a experimentar o no dolor -o placer- durante el mismo. Atribuye esto a que la simple expectativa de que vamos a padecer una experiencia dolorosa, nos hace tensar los músculos, aumenta la segregación de adrenalina debido al estrés, por lo cual la percepción del dolor aumenta.
Según Debora, la costumbre my arraigada en Estados Unidos (entre otros países) de acostar a la mujer en lugar de "permitirle" libertad de movimiento durante el parto, aumenta significativamente el dolor durante el mismo. Se plantea que para tener un parto sin dolor -incluso placentero- deberíamos estar en un ambiente cálido, como el que prepararíamos para una noche romántica. Una bañera de agua tibia, la libertad de movimiento, el uso de pelotas de dilatación, todas esas cosas pueden ayudar a tener un parto agradable.
Otro punto clave para tener un parto orgásmico es dejar a un lado el miedo y las expectativas, buscar transformar el dolor en sensaciones, permitiendo que fluyan por el cuerpo, dejándose llevar y sintiendo. Algo que obviamente no puede hacerse bajo los efectos de una epidural.
Christiane cuenta también que es parte de la experiencia humana sentir dolor, y que el otro lado de este dolor es un increíble placer.
Si bien no experimenté un parto orgásmico, puedo decir que recuerdo que lo que sentí mientras paría era perfectamente soportable, lo que sí recuerdo con claridad es haber sentido mucho cansancio...
¿Y tú? ¿Qué expectativa de dolor tenías con respecto al parto, y cómo fue tu percepción de dolor durante el mismo?
Foto © moodboard/Corbis