Una mañana cualquiera con mi hijo mientras charlamos o desayunamos:
- "Ay mamá espera" dice mientras se levanta de la mesa con urgencia.- "¿Qué pasa?".- "¡Voy a hacer pis!".
Y mamá se queda esperándole mientras él se maneja perfectamente en el servicio.
Situaciones similares se dan a cada momento: vestirse, comer, hablar, recoger sus juguetes, pintar, escribir, juegos en el parque, ....
En cada una de estas actividades de mi pequeño, me quedo observándole y me doy cuenta de lo mayor que se ha hecho.
Ayer tarde en la piscina le miraba atenta, cómo salía y entraba al agua, cómo saltaba, cómo se movía, cómo nadaba,..., y mi memoria retrocedía en el tiempo dándome imágenes maravillosas de un niño más pequeñito, más torpón. Y de repente regresaba a la realidad viendo a un peque delgadillo y estirado con bañador de Rayo McQueen.
Ahora, a toro pasado, todo parece más fácil. Cuando leo a otras mamás blogueras contar sus experiencias como la retirada del pañal, sus primeras palabras, los despertares nocturnos, las rabietas, es fácil daros consejos, animaros diciendo que todo pasará, y a veces me doy cuenta que yo misma quito importancia a momentos que para vosotras son duros, pero es que es cierto, son momentos que pasan muy rápidos, aunque por ser tan intensos, cuando los vivimos, nos parecen eternos y durísimos.
Habiendo superado muchas de las duras pruebas que nos han tocado en estos cuatro años, veo claramente todo el trabajo realizado. Veo mi inexperiencia y cómo podía haber yo contribuido a hacer las cosas más sencillas. La experiencia es un grado, sin duda. Muchas veces pienso yo sola en silencio "si ahora tuviera otro,...., con los ojos cerrados haría muchas cosas". Y es cierto, no es vanidad, es solo experiencia.
Además no dejaría que me influyeran comentarios inoportunos de personas inoportunas y no invitadas a participar en mi vida y en mis decisiones. Cuanto sufrí yo por los comentarios ajenos y qué tonta fui por dejarme influenciar. Pero una no es perfecta y las presiones son muy grandes, los comentarios, la información incorrecta, la corriente pretende arrastrarte, y pone más fuerza si ve que tu deseas ir contra ella.
Solo hay que ver los mensajes erróneos que escuchamos de boca de muchas madres y/o padres. A mis oídos llegan cada día comentarios que me apetecería contestar para intentar aclarar cosas, de personas que conozco y de otras que no. Pero por desgracia mi opinión o mi testimonio no va a alterar ciertas opiniones.
Una recién mamá me decía no hace mucho que quería dar el pecho a su bebé, pero que su marido tenía miedo de que su leche no fuera suficiente y no fuera "buena". ¿Y por qué esa negatividad?. Mucho puedo decir yo, argumentarles, hablarles, pero si un día su bebé llora tras una tetada, ese marido (bienintencionado sin duda) tendrá argumentos suficientes para influenciar a su esposa y animarla a que abandone la lactancia.
Y me viene a la memoria uno de los últimos vídeos que una marca como Nestlé ha sacado recientemente, un vídeo sobre sueño infantil. Me pregunto yo quién narices es Nestlé para hablar de estos temas. Pero la gente lo ve, lo escucha porque claro, ¡¡es una marca importante!!, una marca especializada en .... ¿en qué? pregunto yo, ¿en sueño y hábitos infantiles?, me parece que no. Pero cala, y ahí queda. Por si no sabéis de lo que hablo, os dejo aquí el vídeo para que podáis echarle un vistazo. Y os dejo también un estupendo análisis que María hace en su blog Reeducando a Mamá.
¿Y cuál es el mensaje que os quiero trasladar hoy en este post?, veo que me he ido por las ramas, pero en el fondo todo está unido. Lo que quiero deciros es que vuestros hijos, vuestros tesoros, os pondrán pruebas cada día, verles crecer es emocionante, maravilloso pero a veces también es duro. Pero si os dejáis llevar por vuestro instinto, ignorando a muchas de las personas de vuestro entorno, ignorando mucha de la información que actualmente se maneja y se cree certera, seréis mucho más felices, disfrutaréis más de vuestra maternidad, y creedme, todo será mucho más sencillo.
Vuestra maternidad es,...., vuestra, así que vividla como se os antoje, dejad que vuestro cerebro primitivo tome el poder, y mandad a la porra todo lo demás.