En un telegrama fechado el pasado día 22 de abril y llegado a mis manos por medios un tanto azarosos hum..., pero ciertamente expeditivos y, desde luego, éticamente inmaculados (¡qué se creen ustedes!), monsieur Barbusse anuncia a su buen amigo Gustave Lenitier, afamado Catedrático emérito de Lenguas Indoeuropeas en la Sorbonne y asiduo contrincante ajedrecístico de mi representado durante los meses estivales hum..., anuncia, les digo, lo que, según él, es todo un "acontecimiento editorial".
El mensaje, que les reproduzco fielmente, sigue de este modo:
Vienen alegrías, querido Gustave (Stop) Cuentos completos, Amis padre, Impedimenta (Stop) Sí, he dicho completos (Stop) Qué humor e ingenio (Stop) Subrayo lo de humor, que sé que no soportas los libros graves (Stop) También a mí últimamente solo me apetecen libros divertidos, ¿es esto la vejez? (Stop) Acuérdate de este aviso si valoras nuestra AMIStad (Stop) Abrazo (End)
Y es en el encabezado del citado telegrama donde aparece: "Acontecimiento editorial". (Yo no me invento nada, como ven.)
Mi representado, Barbusse, me encarga y autoriza apresurado -ya que los ejemplares podrían volar de las librerías en tan solo unas horas desde su puesta a la venta- a darles razón de este telegrama. Yo, qué quieren que les diga hum... Que, aparte de que es palpable que a mi representado no lo ha dotado la Naturaleza con habilidades para el chiste (ese intento de ser gracioso usando el apellido del escritor para formar la palabra "Amistad" resulta desoladoramente patético), aparte de esto, ya les digo, me parece un tanto exagerado calificar de "acontecimiento" a un manojo de cuentos de un inglés hum..., por muy simpático y talentoso que éste sea, vamos, pero bueno, donde manda patrón (ya saben), no manda secretario etc.
E. Duvenand, a sus pies siempre.