Revista Cultura y Ocio

Viento en popa – @ZayasTruelove

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Cada noche incito al viento,
con todo lo que tengo en la vida,
para perderme en alguna tormenta.

Potente y desmesurado es el viento que choca contra mi cara cada mañana, cada tarde, cada noche de mis días. Desconsiderado se muestra contra la piel de aquellos que no se paran a escucharlo, de aquellos que se sienten molestos por su leve acariciar.

Viento, usado como la más antigua de las metáforas a favor y en contra de toda la humanidad; desde el niño que juega en la calle corriendo ágil . . . detrás de la pelota mientras sus padres lo observan con orgullo pensando como será de mayor, hasta el alpinista que observó el mundo desde su cima sintiéndose satisfecho y en comunión con la soledad de su silbido en la loma escarpada.

De los jornaleros en el campo, cuando seca su sudor después de un largo día de sol a sol; cuando seca su sudor . . . después de hacer el amor con su amada y sale al porche de su casa a contemplar la luna cuando fuma un cigarro de tabaco cultivado en sus tierras, a pocos metros de él.

Esta es mi declaración de intenciones, en un tarde de brisa primaveral, mientras sostengo y mojo la pluma para poder plasmar mis pensamientos sobre aquel papiro que me regaló papa antes de marcharse . . . esa noche de viento y tormenta cuando la puerta de la casa donde me había criado se cerró con un portazo del cuál no podría salir en años. Los viejos tiempos . . . escapando de las clases durante tantos años para ir a reír y disfrutar en buena compañía . . . el humo blanco de una mente inocente que todavía no había encontrado el amor, y vagaba sin más fuerza que la profundidad de unos ojos que siempre habían soñado con tocar los más lejanos astros.

El pelo del hijo que tanto deseé moviéndose al viento de la playa, cuando beso a mi chica y mis padres observan su preciada descendencia . . . contemplar los árboles crecer y caer conforme pasan los días y las arrugas se hacen dueñas de mi piel. —No estés triste anciano, tu tumba siempre estará llena de flores, y, cuando no queden flores en el mundo, toda la gente que te ha querido, te recordará.

Las ilusiones de saltar al vacío y sentir el vapor del sol en la cara antes de refrescarme. Contemplar la noche de inicio a fin, mientras que comparto cama contigo y el ventilador recorre nuestro cuerpo con más ansia que cualquier vez que me hayas mirado a los ojos y muriera por poder besarte.

De una vez que monté en barco y resbalé desde la popa y surgí desde la proa como esa ave marina que sale del agua con su presa en la boca . . . decirle al mundo que ha tocado fondo pero que la brisa del cielo con el cuerpo mojado le agrada más que cualquier sombra y oscuridad. Te quiero, por el amor de todas las personas del mundo . . . he sido niño y ahora soy mayor, me has enseñado el sexo y el amar, me has enseñado a reír, a llorar y a tocar el cielo con el dedo hasta no sentir el suelo bajo mis pies . . . como siempre, descalzos regalando mi ser a la tierra mojada.

Sombras y mártires en la niebla llevada por el viento, dejando atrás las voces de todos los antepasados que nos empeñamos en recordar y mantener vivos . . . mi abuela me abrazaba en las noches de lluvia para que no pasara miedo mientras la noche intentaba hacerse con mi alma y no dejarme crecer. Como la noche . . . ella se marchó, al igual que la bruma cuando las tormentas, del espesor de mi mente intentando despertar.

Las hojas arrastradas en la calle por la proa del otoño, dejando pasar al frió y al hielo . . . recorrer el barco hasta llegar a la popa del un año que no ha traído más que amor y alegría . . . la risa de los bebes y los niños en la calle, el aroma de su melena dando paso a proa de un nuevo siglo, de la primavera de de un amor que está fresco en cada estación del año.

Nunca querer protegerme del frío ni del calor, sea verano, esté en el polo norte, o esté mirando fijamente al sur . . . esperando que aparezca mi barco bordeando la costa devolviéndome todas las noches en vela porque el amor de mi vida no esta en casa —pensaba ella mientras encendía el candil para combatir el insomnio . . . tampoco en alta mar había trabajo para el marinero, las noches siempre han sido largas para todos, sea para bien o para mal.

Siempre pensando que la luz del sol estaba llevada por el viento . . . que las partículas de vida que se colaban por mi ventana cada noche me las mandaba la luna para acurrucarme, para que nunca más volviera a tener pesadillas.

Infinitas son mi ganas de volver a casa, preciosa . . . demasiadas noches en alta mar, recorriendo montañas, mares, senderos y caminos de gloria lejos de mi vida. Mi cuaderno está repleto de viejas historias, de la infancia y de la madurez, de cada experiencia de mi vida, de cada pensamiento que ha cruzado como la luz de un faro mi mente . . . a lo lejos diviso mi casa, te veo asomada a la ventana con el fruto de nuestro amor, las luces del cielo me marcan el camino como siempre que te he buscado en la noche.

Siempre me he sentido acompañado, cada segundo de mi vida has estado a mi lado . . . cada segundo de nuestra vida vamos a pasarlo juntos.

De este modo, como una canción perfecta que recorre mi mente, tu espalda y el arco de tu risa; siempre amaré al viento como a un hermano, como a un amor . . . me has salvado de los malos momentos y me has regalado las más bellas experiencias que he visto en toda mi vida. Gracias.

[ Para los amantes de la música, he aquí un sentimiento – Buckethead – Soothsayer ]

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