(CIMAC).- En los países de América Latina y el Caribe, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), como el teléfono celular y el Internet, pueden salvar la vida de las mujeres que viven o han vivido violencia, una vía son los envíos de alerta cuando hay situaciones de peligro.
Afirmó lo anterior la especialista argentina Daphne Sabanes Plou, Coordinadora Regional del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres, de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), entrevistada en el marco del Intercambio Tecnológico Feminista (ITF) que concluye hoy sus trabajos en esta ciudad.
Para Sabanes Plou, en los países de América Latina y el Caribe el teléfono móvil es una herramienta útil para combatir la violencia contra las mujeres, pues tiene un alto grado de uso.
“Sería bueno tener consultas por teléfono móvil, envíos de alerta ante situaciones de peligro. En Argentina, el Ministerio de Justicia tiene brigadas especiales que actúan con la policía cuando hay casos de violencia doméstica. Con las alertas que envían las mujeres, usando un numero corto, de inmediato se comunican con la central que actúa en los casos urgentes”, informó.
Además, dijo, la mayoría de la población tiene acceso a estos móviles, “según un estudio de la fundación Cherie Blair, el 26 por ciento de las mujeres de escasos recursos accede al uso de móviles, lo que es ya una ventaja”.
Otra herramienta es el Internet, señaló, que permite trabajar para combatir la violencia, en materia de prevención del delito y también en procesos de sanación interior.
— ¿Cómo puede desarrollarse este tema de la prevención y sanación?
— Cuando las mujeres pueden expresarse con arte digital o con relatos digitales es posible que cuenten su historia y que otras mujeres sepan que puede pasar, qué no deben hacer o como salir adelante.
“Otro de los usos de las TIC es crear conciencia a través de campañas por internet sobre el tema, además de aprender sobre su uso seguro e ir capacitando a las mujeres para una aplicación efectiva y más estratégica de las nuevas tecnologías a fin de luchar contra la violencia de género”.
“En la Campaña ‘Dominemos la Tecnología’, se capacita a las mujeres para hacer uso del arte digital, del audio streaming, de los relatos digitales para dar a conocer historias de vida, testimonios. Incluso para ahondar en la legislación y ver la manera en que las mujeres podemos trabajar mas efectivamente en red y llegar a las personas que toman decisiones sobre estos temas, abundó.
“Lo bueno es aprender a usar las TIC, como multimedia para la prevención y la denuncia de situaciones que agreden a las mujeres de manera constante, y también para llegar a las autoridades, ya sean locales o nacionales”.
— ¿Existen programas especiales para impulsar este nuevo uso de las TIC?
— Sí, en este momento tenemos uno grande, el Programa es ‘ODM-3; Dominemos la Tecnología, para Erradicar la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas’ que busca erradicar la violencia contra las mujeres en 12 países del mundo, lo estamos desarrollando ya en 4 naciones de América Latina: México, Brasil, Argentina y Colombia.
— ¿Cuál es la relación de las mujeres con las TIC en América Latina?
— En América Latina un 38 por ciento de las mujeres son usuarias de internet, pero en teléfono móvil hay paridad total en la región, de un aproximado de 320 millones de móviles, la mitad los usan las mujeres.
“En la región, el 28 por ciento del total de la población tiene acceso a internet, lo que considero es un porcentaje alto en relación a la media mundial que llega al 25 por ciento”.
A pesar de ello, hace falta desarrollar políticas públicas en las que el acceso y uso efectivo de las TIC sean pensadas como un factor de desarrollo, y que se consideren los derechos a la comunicación, y a la información, como derechos humanos.
“Es decir, que la población pueda participar plenamente de la información y el conocimiento, donde lo que existen son bienes intangibles, que a la larga influyen en la producción económica y también en el desarrollo económico de las personas y de los pueblos”.
En el ITF participaron 30 mujeres de diferentes estados de la República Mexicana, integrantes de organizaciones que contribuyen a la prevención, atención y sensibilización sobre la violencia contra las mujeres y su relación con las TIC.
El encuentro forma parte del programa “ODM-3; Dominemos la Tecnología, para Erradicar la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas”, que se aplica desde hace tres años en 12 países de África, Asia, América Latina y el Caribe. De ésta última región participan Colombia, Argentina, Brasil y ahora México, promovido por La Neta y Modemmujer.
" data-orig-size="" data-image-title="México: celular, Internet y teléfono, pueden salvar la vida de mujeres." data-orig-file="" data-image-meta="[]" width="300" data-medium-file="" data-permalink="https://juanmartorano.wordpress.com/2010/08/04/mexico-celular-internet-y-telefono-pueden-salvar-la-vida-de-mujeres/" alt="img_4777" height="257" class="alignleft wp-image-8757 size-medium" data-large-file="" /> CAROLINA VÁSQUEZ ARAYA Las redes sociales se han convertido de manera inevitable en termómetro del ambiente político y social. No escapamos a esa fuerza indetenible de la comunicación digital, avasalladora e impertinente. Ahí está, metida en los más recónditos rincones de la geografía propia y la ajena, transformando actitudes y colocándonos en la difícil posición de determinar cuándo y dónde se esconden el fraude y la mentira. Esta realidad cada vez más imponente de la información globalizada nos obliga a caminar más rápido y con paso firme para no quedar en una vergonzosa obsolescencia. Sabemos que tras esas redes se esconden potencias capaces de incidir en el destino de la Humanidad —tal como sucedió en la elección del gobernante estadounidense— pero no tenemos la menor posibilidad de evitar los golpes emanados de esas interferencias, la mayoría orientadas a consolidar el poder de las potencias económicas y políticas en desmedro de las libertades y la supervivencia de millones de habitantes alrededor del mundo. Sin embargo, empieza enero y tendemos a creer que todo puede ser mejor. Elaboramos una honesta lista de propósitos, convencidos de ser capaces de realizarlos y en ese loable esfuerzo olvidamos la lista incumplida de años pasados. Pero no importa porque los 12 meses vienen nuevos y relucientes, listos para hacer de ellos algo productivo. Esta vez, he optado por hacer la lista al revés: lo que no deseo para el nuevo año. -Niñas y adolescentes embarazadas: Nuestra niñez ha sufrido suficiente el abandono de todas las fuerzas capaces de transformar su vida de miseria en una de oportunidades. Ya es tiempo de corregir esa inmensa deuda social y política con las nuevas generaciones. Este propósito debería ser la primera prioridad del Gobierno, el cual se ha mostrado indolente, permisivo con la corrupción e incapaz de elaborar programas y políticas efectivas contra este flagelo. -Alertas Alba-Keneth: Guatemala no puede continuar siendo un paraíso para los traficantes de seres humanos. El país aparece en todos los medidores internacionales de desarrollo como uno de los más atrasados en los temas de trata y abuso sexual, especialmente contra niñas, niños, adolescentes y mujeres adultas. Existe un problema estructural, no tratado a fondo, por el círculo perverso del tráfico de influencias y organizaciones criminales infiltradas en las instituciones del Estado. -Desnutrición crónica: El año recién estrenado debería marcar el fin del más vergonzoso de los indicadores nacionales. La desnutrición crónica de la niñez configura un panorama devastador en las futuras generaciones de población adulta, la cual ya viene sistemáticamente privada de capacidades intelectuales y físicas. El resultado es una nación con un porcentaje alarmante de personas con capacidades limitadas, marcando de ese modo un freno rotundo a las perspectivas de desarrollo social, económico y cultural del país. -Un gobierno tradicional: Ya es tiempo de que los sectores político y económico comprendan el alcance de sus decisiones y tomen partido por el lado correcto. Una ciudadanía cautiva en un sistema de poderes a los cuales no tiene acceso, es una ciudadanía castrada en sus más elementales derechos. Observar las actitudes soberbias de quienes detentan posiciones políticas o económicas de relevancia demuestra su pobre concepto del significado de democracia y su escasa capacidad de asimilar la magnitud de su responsabilidad. Es imperativo abandonar esas poses para sumarse al esfuerzo colectivo por hacer de este un mejor país, aceptar la temporalidad del poder y escribir un mejor capítulo para la historia. [email protected] @carvasar Blog de la autora: https://carolinavasquezaraya.com