Vientos de traición. Christine Mangan.

Vientos de traición es la primera novela de la filóloga Christine Mangan. El saber que George Clooney producirá su adaptación a la gran pantalla fue lo que me llevó a leerla y hoy comparto mis impresiones.
Conocemos a Alice Shipley, una joven que conoce, por la mediación de su tía, a John. Ambos son jóvenes y en un arrebato deciden casarse. John tiene planes de futuro en Tánger, y para Alice supone una oportunidad de alejarse de un pasado reciente y traumático en el Bennington College, el centro donde estudió. Sin embargo, la vida allí no será lo que esperaba, y no solo en el plano sentimental. Alice no encaja en ese lugar que percibe como abrasador, polvoriento y lleno de multitudes, no siente que sea su hogar. Todo se complicará cuando reciba la visita inesperada de su mejor amiga, Lucy Mason, de la que ya no sabía nada. 
Alice y Lucy son quienes nos cuentan la historia de forma intercalada. Los capítulos llevan su nombre según sea quien habla en cada momento (a excepción del capítulo 12, donde hay un error y se atribuye a Alice, cuando realmente es Lucy la que habla). A lo largo de las páginas vamos conociendo la relación de amistad tan especial que había entre ambas y el porqué llegó a romperse, porque una cosa es admirar a una amiga y otra muy distinta es querer ser ella, envidiarla o ser posesiva, dando lugar a una relación obsesiva y tóxica que hará que la intriga y la incertidumbre de la historia vayan en aumento.
La autora va dosificando la información, va ofreciendo pinceladas de una y otra parte, de forma que juega con el lector, que no puede dejar de leer y tendrá que seguir las pistas para ver qué se misterio se esconde en ese pasado y qué peligros surgen en el presente. 
Debo decir  que  me ha chirriado un poco la parte final, donde en situaciones reales de peligro algunos personajes siguen viviendo bajo el mismo techo saliendo y entrando como si tal cosa (no especifíco para no desvelar nada de la trama). No obstante, he disfrutado bastante de este thriller psicológico. Es muy visual, está bien ambientado, cargado de tensión y con unos perfiles muy logrados. Una novela francamente entretenida. Christine Mangan promete. Habrá que seguirle la pista.