La portada de esta novela me condujo a error cuando la vi porque me evocó otro tipo de lectura que no suele estar entre los que más me apetecen, la vi más acorde con el landscape que con lo que verdaderamente he encontrado después. Afortunadamente no me dejé llevar por esa primera impresión y tras leer el dossier de prensa que me habían enviado tuve claro que sí podía ser una novela para mí. Sin duda, acerté. Hoy os hablo de Vientos de traición.
Mi opinión
Alice y Lucy son amigas desde la universidad, donde compartieron habitación. De origen y clase social muy distintos nada impidió que se convirtieran en uña y carne hasta que algo las separó. Cuando años después Alice, casada con John, languidece en su nuevo hogar de Tánger, nada le hace pensar que Lucy volverá a llamar a su puerta.
Dos protagonistas, dos voces narrativas que en primera persona se irán alternando para componer un thriller psicológico que rápidamente atrapará al lector. El uso del narrador protagonista siempre conlleva un riesgo, pero en este caso es todo un acierto ya que Vientos de traición no sería probablemente la misma novela, cargada de tensión e intriga, si nos la hubiera contado un narrador omnisciente con el que no habríamos vivido de primera mano todas y cada una de las emociones que sacuden a las protagonistas, consiguiendo que sus voces fueran la nuestra. Cada capítulo viene encabezado por el personaje desde cuyo punto de vista vamos a conocer la historia y esto es algo de agradecer en una novela a la que la única pequeña pega que puedo poner es que, en ocasiones, las voces narrativas suenan demasiado parecidas aun proviniendo de personalidades muy distintas. Y es que Alice y Lucy no solo son diferentes en cuanto a sus orígenes, sino que frente a la fragilidad de la primera, la segunda hace gala de su fortaleza y seguridad en sí misma. La autora dibuja minuciosamente sus perfiles psicológicos para trazar dos protagonistas llenas de claroscuros y matices que no dejarán de sorprender al lector despertando sentimientos encontrados. Junto a ellas el resto de personajes de la novela son meramente accesorios necesarios para el desarrollo de la trama.
A pesar de seguir un orden cronológico lineal, la narración contiene numerosas referencias al pasado a través de las cuales sabremos cómo nació y cómo se desarrolló una amistad entre dos personas tan distintas y a la vez complementarias. Son estos viajes al pasado los que ya nos harán ver que no todo es de color de rosa en una amistad que para alguna de ellas más parece el disfraz de otras cosas… Y hasta aquí puedo contar porque Vientos de traición es una de esas novelas en las que cuanto menos sepas mejor para ir, como lector, sospechando y descubriendo poco a poco qué se esconde en una relación que ya se rompió en el pasado y que en el presente vuelve ¿para bien o para mal?
Pasado y presente van creciendo en suspense, intensificándose la tensión, hasta envolver al lector en una atmósfera cargada de sospechas con la que la autora hace gala de un magnífico control de la tensión narrativa. Con una prosa muy descriptiva y en apariencia sencilla, Christine Mangan mete de lleno al lector en una historia que atrapa desde las primeras páginas y que prácticamente se devora una vez comienzas a leer hasta un desenlace impactante y coherente con todo lo leído. No necesita para ello de un ritmo desbordado, sino que es la propia cadencia de la novela la que añade tensión e intriga a una historia que no necesita ni de alharacas ni de giros sorprendentes para atrapar al lector. Del mismo modo consigue la autora que, a través de sus descripciones, viajemos hasta el Tánger de 1956, un momento cargado de tensión en el que los aires de independencia cada vez soplan más fuerte. Gracias a una cuidada ambientación el lector vivirá y sentirá ese Tánger, sus calles bulliciosas, su calor asfixiante, sus especiados aromas y un conflicto que no deja de crecer mientras las revueltas se suceden día tras día.
En definitiva, Vientos de traición es un thriller psicológico asfixiante y demoledor que no dudo en recomendaros si queréis disfrutar de una novela inquietante con dos magníficas y potentes protagonistas. Una lectura con una atmósfera carga de intriga y tensión en la que el lector se verá rápidamente involucrado mientras tiene aseguradas unas cuantas horas de buena lectura.