Revista Espiritualidad
VIENTOS DEL ESPÍRITU - 29 Lo que en la faz de la Tierra sólo pudo suceder en los recónditos secretos de las Pirámides de Egipto, en velados encuentros de Adeptos e Iniciados, está por ampliarse. La energía de las esferas superiores estará al alcance de los que llaman a la puerta de la Morada, de los que hoy vienen a reunirse en ella. Sé lo que eres en esencia, y descubrirás que esa esencia es la misma de los que llevan grabada en sí la insignia de la Hermandad de la Luz. Cuando llegues a tierras lejanas, más allá de los límites individuales, reconocerás, por fin, los arcos de la Gran Sala de la Hermandad. A ti, cuya visión te invita a avanzar en el Camino, te decimos: Sigue adelante. Te aguardamos, pues ya puedes reconocer el lugar que entre Nosotros te está destinado. Sigue tu camino sin requerir apoyos, con absoluta Fe en el poder de tu esencia divina. Como ya percibiste, llegarás a la unión con esa esencia estando en completa soledad. La soledad es el suelo en el que se desarrollan las flores del Conocimiento Sagrado. Fuente: Vientos del Espíritu, Trigueirinho