Revista Espiritualidad
VIENTOS DEL ESPÍRITU - 54 Estar atentos a los rumbos que ahora se indican, significa proteger un gran tesoro. Vigila para que la consciencia no quede vulnerable, no permitas que impulsos nocivos logren penetrarla. Si permaneces vigilante, no serás invadido. Si a cada instante te encuentras ligado al Bien, serás protegido por la Energía que todo lo incluye y todo lo impregna. Cuando divagues o te olvides de lo que fue colocado en tus manos, reconócelo y recobra la firmeza. Debes permanecer alerta, pues es tiempo de presteza. Preserva lo que te fue confiado. Cuando la luz del alma se deje notar como un sol, no necesitarás mantener encendida tu pequeña lámpara, pues todo estará bajo una intensa claridad. Siempre contarás con esa luz interior para iluminarte; vela para que continúe fuerte y viva cuando ráfagas de viento intenten apagarla en tu consciencia externa. Fuente: Vientos del Espíritu, Trigueirinho