Bueno estamos en el mes de octubre, el mes de terror y los sustos y, sorpresivamente, con muy pocas propuestas de terror en los cines en estos momentos; seguro más adelante tendremos unas 3 películas que querrán aprovechar las fechas, pero resulta increíble ver que habrá más thrillers, comedias o animaciones en Octubre que horror o terror, incluso tendremos algo de Marvel como adelanto.
Si en verdad quieres espantarte con alguna película este año, o por lo menos reírte de esos sustos, lo mejor sería rentar o ver en la televisión o internet, y una de mis recomendaciones seria precisamente la película que hoy comento.
Como habrán visto en la página, el año pasado hice una crítica a la primer “Viernes 13”, estrenada en 1980 y que es considerada un clásico y no fue muy amable que digamos: las actuaciones fueron mediocres (especialmente de Betsy Palmer), la historia muy genérica y se tomaba demasiado en serio por parte de todos. Tengo una mejor opinión sobre las secuelas aunque tampoco son la gran cosa, ya que siguen tratándose con una seriedad que no les queda.
Originalmente, la franquicia debió terminar en la cuarta película “Viernes 13: El Último Capítulo”, pero viendo los productores la enorme cantidad de dinero que cada película dejaba, decidieron continuar con una quinta entrega (“Viernes 13 Parte 5: Un Nuevo Comienzo”), que fue igual de exitosa que las anteriores, pero que dejó a los fans enojados al atreverse a quitar a Jason Voorhees como el protagonista principal.
Sabiendo eso, los productores decidieron hacer cambios drásticos para la sexta parte, al contratar a Tom McLoughlin como director para esta entrega y darle libertad creativa en todo, con la única condición de traer de vuelta a la franquicia a Jason. Con este punto, McLoughlin tom la decisión que la saga necesitaba para refrescarse: agregar comedia. McLoughlin se dio cuenta del error de las otras películas al tomarse demasiado en serio a sí mismas, por lo que opto por un enfoque más liviano y auto paródico, con resultados más que buenos.
Antes de empezar, no busquen aquí un libreto digno del Oscar, ni actuaciones memorables, ni sentido de lógica, pues van a seguir encontrando frases malas, pero que buscan levantar la risa entre la gente (“He visto suficientes películas de horror para saber que un hombre con mascara no es amable”), chistes de cuarta pared y referencias a otras películas de terror o a personas de este género.
Como dije, no hay actuaciones memorables en esta entrega, pero si diría que son adecuadas, especialmente de Thom Mathews como un Tommy Jarvis (en la tercer y última aparición de este personaje en la franquicia) perturbado por lo ocurrido en el pasado en sus anteriores encuentros con Jason y queriendo darle un final definitivo, pero cometiendo el error de revivirlo; ahora debe de detenerlo, aunque debe lidiar con el sheriff del pueblo que no le cree y que no quiere que se vuelva a escuchar el nombre de Jason.
El resto de los actores están bien; de nuevo, no son espectaculares pero al menos no llegan a los flojos niveles de las primeras películas, además de que sus personajes, si bien no son buenos, no son lo irritantes que si llegaban a ser en las anteriores películas. Entre los actores, podrán encontrar la primera participación de Tony Goldwin en una película, antes de obtener su fama por “Ghost: la Sombra del Amor”.
Pero el punto más importante que juega a favor de la película es sin lugar a duda la comedia; como dije, McLoughlin consideró que las películas previas de tomaban demasiado en serio a sí mismas, y decidió darle toques cómicos que ayudaron no solo a sobrellevar la violencia en la película, sino a aceptarla en sí: al momento de ver el “mini homenaje” a James Bond, terminamos averiguando el tono que la película busca tener.
Las muertes en esta película pasan de grotescas a hilarantes, los diálogos son tan malos que causan gracias y las canciones que decidieron agregarle, la mayoría de Alice Cooper, convierten a esta película en el verdadero clásico de la franquicia al menos para mí, siendo la primera en llegar a tener críticas positivas, hasta ser considerada la “Scream” de su tiempo.
Es una pena que las secuelas que siguieron abusaron de la fórmula pero sin conseguir lo que esta película logró, que fue hacernos sentir empatía por personajes que normalmente se llevarían el desprecio de la gente. Si sienten ganas de asustarse, pero reírse al mismo tiempo, esta es una gran opción.