Revista Cultura y Ocio

Viernes de mitología

Por Zayi
VIERNES DE MITOLOGÍA
...Y como lo prometido es deuda, quiero dedicar la entrada de este viernes de mitología, a un caballero maravilloso que me ha abierto las puertas de su amistad con una honestidad tan grande, que sólo las personas buenas como él saben hacerlo, para ti José Manuel va esta historia, espero que la disfrutes...
Este viernes de mitología quiero hablarles de un personaje de los comunes en el mundo Grecolatino, pero no porque sean comunes, dejan de ser mágicos y deliciosos. Si bien es cierto que entre mis personajes favoritos, éste no es de los fuertes, también lo es el hecho, de que su historia, repleta de misticismo y sensualidad, no deja de ser interesante...así que retirando mi sombrero de juglar y haciéndoles la debida reverencia, les dejó con un personaje de los más sensuales del Olimpo. Les dejo en compañía de Selene (Luna) y su historia.
Como les he ido contando, todos los dioses Griegos tienen su equivalente en la mitología latina, por esto es que Afrodita es igual a Venus, Eros a Cupido, Proserpina a Perséfone, Hades a Plutón y así sucesivamente. En la mitología romana Selene es la Luna, pero ambas son la misma entidad y sus historias son exactamente las mismas. Selene, es la hija de los titanes Hiperión y Tea. Dicen que Selene se convirtió a la larga en Artemisa, pero en otras hipótesis, Artemisa suplantó a Selene pero no son la misma diosa, del mismo modo en que en algunas corrientes, se dice que Selene era hija de Zeus. Lo único claro que se tiene de ella, es que es hermana de Helio (Sol) y que entre ambos dividen el día, se cuenta que cuando Selene entra a laborar, Helio se va a dormir y viceversa. Es así como nuestros días quedan iluminados y oscurecidos, como se divide el día de la noche.
A Selene se le atribuyen muchos amores: Endimión, Zeus ( con quien tuvo tres hijas), el Dios Pan, Céfalo y algunos más, pero la historia que quiero contarles hoy es la de Selene y Endimión, una historia repleta de magia y que una vez más, nos muestra que para el amor de verdad no hay fronteras, ni espacios de tiempo, ni excusas.
Endimión era un hermoso pastor de Caria. De origen divino y nieto de Zeus, era tan hermoso que Selene se enamoró perdidamente de él. Había ocupado el trono de Elida, pero luego de ser destronado, busco refugió en los montes de Larmos y fue entonces cuando se dedicó al campo y a aprender los movimientos de la luna, así fue como quedó prendido y enamorado de la diosa.
Todas las noches, después de faenar en el campo, Endimión se tumbaba en el suelo a contemplar a Selene y caía dormido en un sueño profundo. En las noches de calor, se tumbaba desnudo a contemplar a su diosa y según cuenta la leyenda, una noche Selene bajó y cuando contempló su belleza, lo amó de inmediato y para siempre. Después de aquella noche, Selene lo acompañó en su soledad cada noche.
Selene apasionada por él, pidió a Zeus que concediese para Endimión la vida eterna, a fin de que nunca la dejase, pero Zeus no le concedió la vida eterna sino, más bien el sueño eterno. Selene amó tanto a Endimión y él la quiso tanto, que aceptó dormir por toda la eternidad. Durante el día, ella no aparecía pero por las noches, cuando Endimión dormía, Selene llegaba hasta su cueva y se amaban con pasión.
De este mito no se sabe final alguno, pero se supone que cada noche, cuando aparece Selene en el cielo, lo hace por y para Endimión. También se dice que en algún lugar del planeta, deben estar juntos y amándose para toda la eternidad.
Un beso para cada uno de ustedes y feliz fin de semana.
Espero que a partir de ahora cuando contemplen la luna, la noche les parezca más bonita.

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