Revista Cultura y Ocio

Viernes de mitología

Por Zayi
Un viernes más...un relato mitológico más...nuevos sucesos...nuevas historias...la injusticia de la justicia misma. Hoy quiero dedicarle este espacio a las personas que en nombre de la justicia avasallan a los débiles, a los que juegan a ser justos cometiendo injusticias, a los que hieren con la vara de la mentira y la limpian con el paño de la verdad. La mitología tiene algo mágico que me hace amarla y eso es que cuando pienso que no hay respuestas para las cosas, la mente me escupe un nombre, una historia...un recuerdo de mi época de estudiante cuando me sentaba en los pasillos de la universidad a fumar y a embriagarme de clásicos griegos. Ayer recordé a Peleo y su historia, recordé el preámbulo en el que su relato apareció en mi vida y pensé que era bueno hablarles acerca de él. “Cuando todo está oscuro, la llama de la verdad aparecerá para iluminarnos”, no sé si esto será verdad...pero me apetece creerlo.
Ahora me inclino hacia ustedes, mis más queridos compañeros de trasnocho y haciéndoles la reverencia que se merecen, les dejo con una historia más en un viernes más. Feliz fin de semana a todos.

PELEO
VIERNES DE MITOLOGÍA
Peleo es el padre de Aquiles, por este motivo, a veces Aquiles es llamado Pelida. Es hijo de Eaco y Endeis, reyes de los mirmidones, y nieto de Zeus. Peleo es el más justo de los mortales, por este motivo obtuvo la mano de la Nereida Tetis y de esta unión nació el héroe Aquiles. Cuando Peleo se enamoró de Tetis pidió consejo a Quirón para encontrar la forma de seducirla, ya que ella, como todas las nereidas, poseía el poder de cambiar de forma a su antojo. Quirón le recomendó que una vez que la atrapara no la soltase, sin importar en que se transformase. Así lo hizo, y cuando ésta se transformó en calamar, la atrapó por un brazo y no la soltó hasta que regresó a su forma de mujer, momento en el que Peleo pudo tomarla a la fuerza.
La boda de Peleo y Tetis se celebró en la cueva de Quirón, en el monte Pelión. Casi toda la nobleza griega e incluso los mismos dioses asistieron. Durante la ceremonia Peleo recibió, como regalo del centauro, una lanza de fresno hecha por los mismos Hefesto y Atenea. Se celebró a lo grande, Quirón tañó la lira y las nereidas bailaron toda la noche. Pero aquel feliz momento fue menguado por algo que traería terribles consecuencias. Casi todos los dioses habían sido invitados a aquella fiesta, menos Eris, la diosa de la discordia; la cual, furiosa por aquella afrenta, urdió un plan para vengarse. Primero pidió una manzana de oro del jardín de las Hespérides, en la cual plasmo lo siguiente: kallisti (Para la más hermosa) y la lanzó en medio de la boda. Al verla, Hera, Atenea y Afrodita, alegando cada una ser la más bella, por lo tanto poseedora del premio, se la disputaron. Lo que traería como consecuencia el juicio de Paris y la posterior Guerra de Troya
Siendo joven, Peleo viajó a Ftía, un pequeño país en la costa Egea de Tesalia, donde reinaba Acasto. Allí la mujer de éste, Astidamía, se enamoró de él. Sin embargo, Peleo la rechazó. Ante lo cual, presa del despecho, la reina le acusó ante su marido de intentar seducirla.

El rey, con intención de vengarse, invitó a Peleo a una cacería en sus territorios de la frontera norte del reino. En el transcurso de la cual, los hombres del rey le apresaron, le robaron su espada, valioso regalo de su padre, le ataron y abandonaron a su suerte, sin caballo y sin comida, en un territorio en el que vivían los centauros. El primero de estos seres con el que se encontró fue Quirón, de quien pronto se hizo amigo y le ayudó a regresar a su hogar. Ésta se convertiría en una amistad de por vida, y Peleo, conociendo la sabiduría de Quirón, más adelante le confiaría la educación de su hijo Aquiles.
Una vez de regreso y a salvo en su hogar del palacio de Egina, relató todo lo sucedido a su padre. Éste, furioso, le concedió el mando de su ejército. De ese modo regresó a Ftía, mató al rey y a la reina por su infamia y se adueñó definitivamente del país, el cual se convertiría en la nueva tierra de los mirmidones que le acompañaron.
Participó en la expedición de los Argonautas, en busca del vellocino de oro. A su regreso de Cólquida Peleo se estableció en Ftía, donde, a la muerte de su padre, fue coronado rey de los mirmidones, trasladando de Egina a Ftía la capital de su reino.
De viejo, vivió tranquilamente bajo el reinado de su nieto, el cual se casó con Hermíone, la hermosa hija del rey Menelao de Esparta. Sin embargo, ésta nunca dio un hijo a Neoptólemo. Mas sí lo tuvo con su esclava, Andrómaca, la cual parió a un niño llamado Moloso. Narra Eurípides que cuando la celosa reina Hermíone pidió ayuda a su padre, durante la ausencia de Neoptólemo, intentaron matar a Andrómaca y al pequeño, fue el anciano Peleo quien encaró al poderoso rey espartano y por medio de la palabra consiguió que se marchase sin hacerles daño. Entonces fue cuando Andrómaca y Moloso huyeron del palacio para perderse rumbo al norte.
Neoptólemo, frustrado porque su esposa no le daba hijos, decidió pedir consejo al oráculo de Delfos, dentro de cuyo recinto fue asesinado por Orestes. Entonces, Peleo, ya en sus últimos días, no quedándole descendientes, y no queriendo dejar sus tierras a Menelao, pensó que los más sensato era dárselas en herencia al sirviente de más confianza de Neoptólemo. Fue así como, tras la muerte de Peleo, Héleno, antiguo príncipe de Troya y luego esclavo del hijo de Aquiles, recobró su dignidad convirtiéndose en rey de Ftía.

Como vemos, las cosas tarde o temprano llegan a su cauce y cuando la luz se apaga por un lado, la llama de la verdad y la justicia llega a iluminarlo todo. A veces los Dioses se distraen un poco, a veces somos los mortales quienes nos distraemos, pero la historia nunca lo hace. Tarde o temprano las aguas llegan a su cauce...esto también me apetece creerlo
.

Volver a la Portada de Logo Paperblog