Revista Cultura y Ocio

Viernes de mitología

Por Zayi
VIERNES DE MITOLOGÍA
La historia que quiero contarles hoy es la historia de uno de esos amores ridículos que se se le escapó a Kundera cuando escribió su libro. La mitología Griega está llena de este tipo de historias que a mi particularmente me encantan, pero que algunas personas consideran “amores tontos” y cuando me tocó estudiar esta historia, mientras la leía, alguien me dijo: “Esa está para Kundera” y hoy mientras la recopilaba, recordé aquellas palabras y no pude dejar pasar ese detalle. Mientras la releía me di cuenta que es una historia un tanto infantil y sarcástica, pero como me enamoré perdidamente de la mitología hace 17 años y le he sido fiel desde entonces, reconozco que siendo tonta o no, me encanta y que re-descubrirla ha sido maravilloso. Así que una vez más extiendo mi sombrero de Juglar y se la dedico a todos los que nos enamoramos tontamente de alguien alguna vez ( los amores tontos son los que se recuerdan más bonitos).
TITONO Y EOS

Titono era un mortal hijo de Laomedonte, rey de Troya, y hermano de Príamo . Como su hermano Ganímedes, era de una belleza deslumbrante y la diosa Eos, Aurora en la mitología latina, se enamoró de él.
Titono y Eos tuvieron dos hijos, Memnón, rey de Etiopía, y Ematión
La historia de amor de ellos, es probablemente una de las más tristes pero al mismo tiempo, una de las más dulces. La leyenda cuenta que Eos se enamoró tanto de Titono que le pidió a Zeus que le concediera la inmortalidad a su amado Titono. Zeus accedió y le hizo inmortal pero, a la diosa se le olvidó pedir también la juventud eterna, de modo que Titono fue haciéndose cada vez más viejo, encogido y arrugado, hasta que se convirtió en cigarra. Desde entonces cada vez que Eos se despierta por la mañana y llora, se produce el rocío con sus lágrimas. Titono se alimenta de las mismas, según la creencia antigua, y cuando le preguntan qué desea, responde en latín: Mori, mori, mori... que significa estar muerto.
El mito de Titono refleja como ningún otro la tristeza de la vejez cuando ésta se hace peor que la muerte.

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