Si hablamos de una película con un soundtrack extraño para lo que ofrece el film, esa es ésta.
Hunger Games: Catching Fire nos brinda un soundtrack que tiene una cuidada calidad de artistas elegidos, tan diferentes como incompatibles entre sí, y principalmente con el espiritu de la película. Quizás lo que más iguala a la película con su banda de sónido es el tono emotivo, y quizás sufrido, que quiere brindar.
Una banda de sonido que arranca con Coldplay, nos dice “preparense porque esto es un embole”, después ves que está Cristina Aguilera y directamente decidís evitarla. Pero viendo más allá de esos nombres tan conocidos, te encontrás con The National, y un buen tema, quizás el mejor de la banda de sonido. Luego, los islandeses “Of Monsters and Men” brindan también un buen tema, e Imagine Dragons con “Who we are” brindan una cuota de indie rock que sube un poco la bara del sonido en este soundtrack.
A pesar de lo diverso en calidad de artistas, se puede decir que la OST de Hunger Games: Catching Fire tiene una armonía particular que obecede a una intención de mostrar un clima sin demasiadas estridencias, que quiere explotar, pero prefiere quedarse en el clima previo de esa explosión (sin que esto sea una crítica, sino un objetivo). El cover de Lorde de “Everybody wants to rule the world” es el que más hace carne ese clima, mientras que por otro lado, el tema de Santigold corta un poco con esa búsqueda, con una voz un poco fuera de tono con el resto de los temas, y a la vez se queda a mitad de camino en esa emotividad.
Volviendo a la elección de artistas, está entre lo indie y lo mainstream, pero no es para ninguno de los dos, debido a que ningún tema se posiciona como hit o se destaca por encima del resto en lo ganchero, y en definitiva son todos artistas medianamente conocidos como para decir que se trata de una banda de sonido jugada e indie. Si hay temas muy buenos, temas que están de relleno quizás, pero es una banda de sónido que vale la pena prestarle atención.
Por Germán Morales