Fecha del viaje:Octubre 2011
Extracto de Mi Diario de Viajes:
Nos encontramos en Bac Ha, uno de los pueblos de montaña del norte de Vietnam, que hace frontera con el sur de China.
Desde Sapa nos acercamos a este pequeño poblado el día anterior contemplando por la tarde la vida sosegada y rural, donde las mujeres trabajan en el campo, los hombres labran la tierra ayudados por sus bueyes, sus diminutas casas que resaltan en el paisaje y donde los niños juegan y las gallinas campan a sus anchas, todo ello envuelto bajo un paisaje de montañas escalonadas de arrozales, en medio de la bruma, como si uno estuviera contemplando un bello lienzo viviente.
Nuestro desayuno consiste en un plato de tortita con miel, fruta y café.Son las siete de la mañana y desde el gran ventanal del modesto hotel podemos ver como el mercado se empieza a animar.
Este se divide en dos partes, la zona de ventas de mercancías de frutas, verduras, carnes y otros objetos así como telas, cestos y otros complementos que son traídos por los poblados de alrededores. En otro lado opuesto se encuentran los vendedores de ganado de bueyes, cerdos y otros animales como perros,patos, gallinas y gansos, ubicados en una gran explanada.
El domingo es el único dia que Bac Ha se anima, pues muchas de las
etnias de los pueblos colindantes vienen a comprar y a vender, sobre todo las mujeres
hmong flor, el grupo étnico más numeroso y vistoso, ataviadas
con trajes llenos de colorido elaborados de forma artesanal por ellas mismas
y que tras un largo proceso de sembrar las semillas de cañamo, recogerlas, y tejer el paño (parecido al lino) en una madera que se une a una
caña de bambú, le van dando la forma y tras muchas horas de trabajo, crean una
combinación de colores en armonía pero de efecto surrealista .Realmente
son trajes dignos de museo pero las hmong flor los suelen llevar en sus
labores cotidianas, realzando los domingos el traje con más complementos.
Las jovenes mamás cargan a sus bebes en sacos preciosamente bordados decorados con perlas y piedras semipreciosas incluso les confeccionan gorritos para destacar sus lindas caritas.
Para el viajero que le guste disfrutar de la fotografia, este es el lugar idoneo, porque aquí las mujeres, a pesar de ser reacias algunas a dejarse fotografiar o tener verguenza, otras acceden timidamente al posado si uno les pregunta primero.
Cuando han pasado dos horas satisfechos de lo que hemos visto nos acercamos a Lung Phin, otro mercado donde aquí ya no se acercan los turistas, es un mercado mucho más autentico, donde encontramos más de lo mismo...
En las montañas de Vietnam y en el pais en general, encontraremos siempre a los lugareños dispuestos a regalarte una sonrisa.
Las mujeres hmong flor, llamadas así por el llamativo colorido de sus lindos vestidos.