Que el director neozelandés es una fanático de los efectos visuales es algo que no es nuevo. Muchos fans de las anteriores adaptaciones de J.R.R. Tolkien se han quejado de que su nueva visión en El Hobbit se ha visto empobrecida por el exceso de imágenes creadas a través de un ordenador en lugar de utilizar técnicas más clásicas con los propios actores. Y parece que los fans no son los únicos que opinan esto, Viggo Mortensen señaló que en la primera película de El Señor de los Anillos, La Comunidad del Anillo, "los efectos estaban ahí, sobretodo en las escenas de Rivendel, pero que todavía había un sentimiento orgánico en la película, con actores interactuando completamente entre ellos", pero que conforme la trilogía avanzaba Jackson comenzó a introducir más y más efectos digitales. Según Mortensen esto hizo a las películas más grandiosas, pero a cambio de perder la sutileza que contenía la primera película, "y el efecto que hay en El Hobbit es el mismo pero multiplicado por 10".
Han pasado 14 años desde que Viggo Mortensen formó parte en el titánico proyecto de Peter Jackson y ahora no tiene ningún reparo en decir que nunca le llamó especialmente la atención y que si participó fue por la insistencia de su hijo que era y es un gran seguidor de Tolkien. Según el actor el rodaje de la trilogía fue mucho más caótico de lo que se ha dicho y nadie tenía muy claro como iba a acabar aquello hasta que se presentaron los famosos 20 minutos en Cannes en mayo de 2001. "Cualquiera que diga que sabía que las películas iban a ser un éxito miente. Estábamos en peligro y Peter se había pasado del presupuesto. El rodaje oficialmente finalizó en diciembre de 2000 pero la segunda y tercera película tenían un guión flojo y se rodaron de manera descuidada, si La Comunidad del Anillo no hubiera tenido el éxito que tuvo y los ingresos que permitieron volver a rodar parte de las otras dos películas éstas seguramente ni se hubieran llegado a estrenar en cines", señaló Mortensen.
El Hobbit: La Desolación de Smaug
Para Mortensen, que nunca se ha declarado favorable a los efectos por ordenador, la mejor de las películas es claramente La Comunidad del Anillo ya que se rodó de una sola vez y con mucha mejor organización mientras que para Las dos Torres y El retorno del Rey tuvieron que volver a Nueva Zelanda en numerosas ocasiones para rodar múltiples escenas adicionales donde cada vez hacían mayor aparición los efectos por ordenador.En opinión del actor es como si Peter Jackson hubiera sufrido la misma transformación que Ridley Scott, "es un hombre que representa en sí mismo toda una industria con cientos de personas a su cargo". Mortensen pensó que después de algo tan grande como El Señor de los Anillos Jackson volvería a su cine más intimista como Criaturas Celestiales, pero en su lugar el director neozelandés se enfrascó en el remake de King Kong. Tras esa película le siguió The Lovely Bones "que aunque podría haber sido un pequeño proyecto de 15 millones de dólares acabó siendo una película de 90 millones". Fue como si una vez Jackson hubiera empezado a utilizar los efectos digitales ya no pudiera parar.
Hay quien pudiera pensar que todos estos comentarios pudieran deberse a la no aparición de Aragorn en la nueva trilogía de El Hobbit pero Mortensen ya ha dicho que él en ningún momento estuvo interesado en volver, es más llegó a rechazar la oferta de Peter Jackson de volver como Aragorn hace tiempo.
Sea como sea dentro de poco podremos disfrutar de nuevo de Viggo Mortensen en Las dos caras de Enero, una película basada en una novela de Patricia Highsmith, donde comparte protagonismo con Kirsten Dunst. Por su parte Peter Jackson sigue trabajando en la tercera y última entrega de El Hobbit, La batalla de los cinco ejércitos que llegará a los cines en diciembre.
Mientras tanto, ¿creéis que Viggo Mortensen tiene razón?