Son alteraciones de la piel que podrían evolucionar hacia un tipo de cáncer con el tiempo.
Las lesiones precancerosas se producen debido a alteraciones que continúan evolucionando en la carga genética de las células.
Pueden aparecer en lesiones que ya existían con anterioridad, como cicatrices, quemaduras o úlceras, o por el contrario en una piel sana sobre la que actúan ciertos factores, algunos de origen desconocido, como la exposición excesiva al los rayos solares.
También existen lesiones de este tipo causadas por los virus del papiloma humano, las radiaciones nucleares y los rayos X, el alquitrán de hulla, el arsénico, los rayos infrarrojos, factores hereditarios y alteraciones en las defensas del organismo.
Las lesiones, por lo general, suelen responder a éstos tipos de síntomas:
Queratosis actínica
Es frecuente con la edad avanzada y la exposición solar prolongada. Se trata de manchas enrojecidas con una escama rugosa amarillenta que se desprende con facilidad pero se vuelve a formar.
Queilitis actínica
Afecta al labio inferior. Aparece una placa blancuzca con grietas sobre una base enrojecida. Suele ocasionarse debido al tabaquismo junto a una exposición solar prolongada.
Cuerno cutáneo
Prominencia dura de la piel que suele aparecer en los dorsos de las manos, la cara o el tronco
Radiodermitis
Causada por rayos X y radiaciones nucleares. Provoca placas duras con pequeñas venas dilatadas, pérdida de pelo y zonas con irregularidades de pigmentación.
Queratosis por calor
Ocasiona zonas duras y enrojecidas en muslos y piernas.
Papulosis bowenoide
Afecta a jóvenes presentando verrugas múltiples en la región anogenital. Está causada por el virus del papiloma humano.
Lo más importante es prevenir mediante la precaución en exposiciones solares. El tratamiento precoz evita la evolución hacia el cáncer o tratamientos quirúrgicos complicados.