Nos unen las ganas de transformar la realidad
El sábado 4 de junio se llevó a cabo la VII Asamblea Regional de Pueblos Fumigados en la ciudad de Rosario, Santa Fe, lugar que nos reunió para dar cuenta de que el modelo productivo convencional no es lo único que atraviesa a la región, sino también las resistencias y un importante entramado de redes de asambleas de vecinxs, afectadxs y ciudadanxs de a pie, que ponen el cuerpo y las fuerzas en la lucha por la salud, el ambiente y la construcción de una alternativa agroecológica en el territorio.
por Micaela Cano
El tiempo no dio tregua y la primera jornada tuvo que ser bajo techo por la lluvia. Muy temprano, aproximadamente a las 10.30 hs. se fue llenando el salón de la Asociación de Magisterio de Santa Fe (AMSAFE), el sindicato que brindó el espacio físico para llevar adelante la Asamblea.
Luego de las presentaciones y los agradecimientos, en el primer panel que se realizó se presentaron los manuales de ambiente que fueron editados y publicados por el Ministerio de Educación de la Nación en el 2011 para los diferentes niveles, que van desde el inicial hasta el secundario, pero que nunca vieron la luz formalmente ya que fueron censurados por el poder y la presión de las corporaciones, tales como la Asociación de la Cadena de la Soja de Argentina (ACSOJA), que se encargó de la revisión y de que los mismos no fueran distribuidos en las escuelas.
Paola y Fernando, quienes forman parte de la asamblea “Rosario es un pueblo fumigado”, dieron a conocer el contenido de los manuales, que transitan el camino de las preguntas y reflexiones para abrir debates con lxs estudiantes de los distintos niveles, dando herramientas a lxs educadorxs para abordar las diferentes problemáticas ambientales, como el agronegocio o la megaminería, de forma interdisciplinaria.
La intención es liberar los manuales, compartir su contenido, e impulsar el uso por parte de lxs educadores. Estos materiales, tal como reflexionaba Paola: “no los han quemado, pero es muy parecido a lo que se ha hecho en la época de la inquisición”.
Paola explicó que uno de los espacios en los que se viene trabajando el contenido y lo sucedido con dichos manuales, es la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (FLIA), desde donde se intenta difundir y brindar el acceso a todxs aquellxs que estén interesados en obtenerlos.
En toda jornada asamblearia, conocernos y saber quiénes somos y de dónde venimos es una de las prácticas siempre presente y muy importante para generar lazos de confianza y solidaridad. De esta forma, la ronda de presentación se mezcló con una especial invitación a lxs vecinxs que quieran presentarse y luego pasar al frente a plasmar su mano en un árbol, cual hoja, y su localidad, en la bandera que se presentó de la Asamblea Regional, aquella a la que sólo le faltaba florecer de manos para estar completa.
La mañana avanzó y el segundo panel estaba preparado para dar testimonio sobre cómo el modelo atraviesa cuerpos, pero también alimenta la fuerza para luchar, para exigir a los diferentes poderes políticos y gobernantes en todas sus esferas, que se respeten las leyes existentes, aunque no sean lo suficientemente tuitivas para cuidar nuestra salud.
Así, nos encontramos con muchas historias de vecinxs de diferentes pueblos de la provincia que comparten las mismas problemáticas, que van desde las fumigaciones directas que no respetan las distancias exigidas, pasando por las ordenanzas inconstitucionales de franja de fumigaciones-como las que disponen menos metros que los 500 que exige la ley provincial-, o la contaminación de los silos que se imponen en medio de las localidades, ya sean grandes ciudades como Rosario o pequeñas como Suardi, en donde la Asamblea “Vecinos Autoconvocados de Suardi” lleva adelante una lucha contra las cerealeras y la contaminación por el polvillo que producen, el desecho de contenedores de fosfuro de aluminio y el manejo de residuos tóxicos.
Pero también escuchamos las movilizaciones y las batallas ganadas, como es el caso de Hersilia. Fernando, vecino de esa localidad santafesina, relató cómo la generación de poder popular y empoderamiento a través de conocimiento y difusión, “pateando” el territorio y golpeando puerta por puerta para llegar a todxs los vecinxs, lograron una ordenanza de 800 metros libres de fumigación y la aprobación de un proyecto de ordenanza de promoción de la agroecología, que forma vínculos con técnicxs que ayudan a la transición hacia la producción agroecológica y da beneficios a productorxs que decidan realizarlo, para consumir alimentos sanos y también mejorar las relaciones entre lxs habitantes del pueblo.
Desde Basavilbaso, Entre Ríos, Mariela Leiva, docente de una escuela rural fumigada, estuvo presente, contando cuál era la situación actual del caso de la Escuela nº 44 “República Argentina”, la cual fue fumigada a finales del año 2014 y del 2015, en horario escolar, estando presentes tanto lxs niñxs como la maestra, quienes sufrieron intoxicaciones a causa de las pulverizaciones con agrotóxicos.
El camino recorrido por Mariela y sus compañerxs de la campaña “Paren de fumigar las escuelas”, luchando por la visibilización de lo sucedido, y difundiendo lo que puede generar tanto en la salud, como en la vida y el medioambiente de lxs afectadxs. “Hasta el día de hoy no sabemos si tenemos agroquímicos en sangre”, sintetiza. Mientras tanto, continúan exigiendo los informes de peritos, la realización de audiencias, y que la fiscal de la causa avance y eleve la causa a juicio. Esta semana hubo un avance importante en la causa judicial, ya que, gracias al informe realizado por el perito agrónomo, el cual fue lapidario tanto con el dueño del campo como con la empresa de fumigación, los días 7 y 10 de junio empezarán las audiencias en las que estarán presentes padres y niñxs de la escuela.
En cuanto al campamento sanitario realizado en la localidad de Basavilbaso -desde el lunes 30 de mayo al viernes 3 de Junio-, fue uno de los relevamientos más importantes llevados adelante por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Mariela cuenta que abarcó no sólo el relevamiento “casa por casa” de las enfermedades, sino que también se realizó el control del niñx sano en las escuelas de la ciudad y en las rurales, examinando la salud, efectuando audiometrías, midiendo la altura y el peso, controlando la dentadura, y realizando talleres en las escuelas secundarias. Por otro lado, se llevo a cabo un mapeo de fuentes de contaminación desarrollado por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y finalmente el monitoreo del medioambiente realizado por el Dr. Damián Marino y el equipo del Espacio Multidisciplinario de Interacción Socio Ambiental (EMISA) de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en el cual se analizó el agua, el aire y la tierra. Dicho monitoreo puede llegar a ser utilizado como prueba en el juicio que se está llevando a cabo.
La Asamblea se trasladó luego al “Almacén de las Tres Ecologías”, ubicado frente al Río Paraná, donde se llevo adelante una radio abierta, invitando a diferentes voces a contar experiencias, y contó con música en vivo de bandas locales, con volanteada y serigrafía.
El domingo se dio inicio en la Asamblea al espacio de debate y de encuentro, primero realizando una actividad en ronda, para relajar el cuerpo, y continuando con ritmos dirigidos por Violeta -una compañera del Almacén Ambulante- de palmas, sonrisas y pulsos, para luego reunirnos por localidades, charlar las problemáticas socioambientales y las alternativas existentes.
Se realizó una actividad en la que se utilizaban cuadrados de papel adhesivo para representar lo impuesto por el modelo, aquello que se presenta como la solución del desarrollo, que contamina cuerpos y saquea territorios, y círculos, para simbolizar lo que estamos haciendo para contra-atacar desde nuestro lugar, ya sea produciendo agroecológicamente, comercializando y feriando con precios justos, consumiendo de forma consciente, exigiendo a las instituciones y a lxs actores con nombre y apellido que den respuesta.
La dinámica se plasmó en un mapa de la región donde se pegó en cada localidad cada cuadrado y cada círculo. De esta forma nos encontramos, escuchamos las experiencias y así nos sabemos acompañadxs, entendiendo que al pueblo vecino le sucede lo mismo, que hay formas de enfrentarlo, que nos unen las ganas de transformar la realidad.
Luego de intercambiar ideas de acción directa, nos juntamos a comer un guiso comunitario que logró el mismo resultado que los espacios asamblearios y horizontales: dio fuerza, calentó el cuerpo, nos llenó de energía, reparó el alma y, a la par de la luna nueva -que marca los momentos de sembrar intenciones-, se plantó la semilla que busca volver a relacionarnos entre nosotrxs y con la tierra desde de otra lógica. Tal como dijo Jeremías, de la Feria Campesina Desvío a la Raíz: “tenemos que ir en búsqueda de aquello que pensamos y sabemos que es la agricultura ancestral, tender puentes con la memoria de las semillas y reconstruir el cordón umbilical con la tierra”.