Me ha costado. Sí, me ha costado por que, al final, leer en inglés resulta mucho más difícil, al ver que el esfuerzo que realizar al leer en un idioma que no es el tuyo, y no dominas a la perfección, requiere una cantidad de tiempo inversamente proporcional a la velocidad de crecimiento de tu biblioteca con títulos en castellano. Son tantos los libros apetecibles en castellano, y tanto el tiempo que me lleva la lectura en inglés, que me da más pereza y dilato su lectura continuamente.
pero bueno, finalmente triné la trilogía y, como no podía ser de otra manera, no me parecía bien dejaos sin la reseña de cierre de la misma.
Esta tercera parte comienza donde terminó la segunda. Con Thorgils como miembro de la Guardia Varega, la guardia de elite del Imperio Bizantino.Thorgils asistirá al "asesinato" del emperador y será reclutado como espía personal del Santo Obispo de Constantinopla. Con la llegada de un grupo de vikingos comandado por Harald Sigurdsson, pretendiente al trono de Noruega, se deberá enrolar en su equipo siguiendo las órdenes del obispo, lo que le reportará la participación en diversas escaramuzas y batallas, a la toma de Siracusa, a la batalla naval contra los piratas, asistirá al auge y caída de nuevos reyes y al levantamiento en armas de la ciudad.Como consecuencia de esto acabará huyendo al Norte con el grupo de Harald, donde asistiremos a su vuelta a la tranquilidad de sus tierras, formará una familia e irá envejeciendo al servicio del rey Harald, quien lo llamará alguna vez que otra para cumplir encargos.
Esta parte me ha parecido la más floja de las tres. Como las anteriores, está cargada de escenas y de acción, pero hasta la parte final, la trama es mucho más palaciega y política. Se desvelan los entresijos ocultos entre la nobleza y, pese a los grandes momentos de batalla que siempre nos brinda Severin, la novela en si, resulta mucho más lenta que las entregas anteriores. Thorgils me parece haber perdido mucha fuerza y el resto de los personajes me resultan bastante previsibles y poco carismáticos.Es cierto que Severin se confirma como un excelente narrador, pero en esta ocasión y, tras lo vibrantes que resultan las dos primeras partes de la saga, esta última constituye el ocaso de la vida de Thorgils y, en mi humilde opinión, no está a la altura de la epicidad que esperaba para él.A pesar de esto he de reconocer que la vida de Thorgils (también en esta entrega) está plagada de acción y aventuras y, cuando haces memoria, recuerdas muchas, pero que muchas situaciones a cual más exótica, que hacen de la historia, una biografía novelada riquísima en detalles y en extremo digna de envidiar.
La parte final ha sido la que más me ha gustado. Thorgils vuelve a su tierra. Volvemos a asistir a los ritos del antiguo culto y vemos que por fin encuentra la paz, y es feliz junto a una joven esposa.Esta última parte, con las descripciones de la vida más rural del protagonista me ha ofrecido una tranquilidad personal que no esperaba y la última aventura (ya siendo un anciano), con la intención de conquistar Inglaterra y el posterior desenlace y fin de Harald me ha resultado mucho más vibrante que el resto de la novela y creo que supone un digno colofón a su historia.
En definitiva, una trilogía que creo muy buena como acercamiento a la vida vikinga y a aquellos lejanos tiempos.Reconozco que pude haberla leído en castellano, pero no lo hice, con la esperanza de practicar el english y, es probable que me haya perdido un 50% de lo que he leído (un porcentaje grande, la verdad), porcentaje referido a estilo y vocabulario, no creo que a entendimiento, pero aún así ha merecido la pena.Os recomiendo esta saga pues me parece realmente buena en su conjunto y aporta muchas horas de entretenimiento y aventura, pero dejo a vuestra elección el idioma en que leerla, claro.