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Villa Amalia (Benoît Jacquot, 2.009)

Publicado el 18 enero 2013 por Rugoleor @rugoleor

Póster: Villa Amalia (Benoît Jacquot, 2.009)

Villa Amalia (Benoît Jacquot, 2.009)

Ficha:

Título Original: Villa Amalia.
Director: Benoît Jacquot.
Guionistas: Benoît Jacquot, Julien Boivent.
Intérpretes: Isabelle Huppert, Jean-Hugues Anglade, Xavier Beauvois, Maya Sansa, Clara Bindi, Viviana Aliberti, Michelle Marquais, Peter Arens, Ignazio Oliva.
Productor: Edouard Weil.
Fotografía: Caroline Champetier.
Música: Bruno Coulais.
Montaje: Luc Barnier.
Países: Francia, Suiza.
Lugares de Rodaje: Ischia Island, Nápoles, Campania, Italia.
Año: 2.009.
Duración: 91 minutos.
Edad: Apta para todos los públicos.
Género: Drama.
Distribuidora: Absolut Media Films, S. L., Karma Films, S. L.
Estreno: 18-06-2.010.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 52.854.
Recaudación: 321.710,84 €.
Calificación: 5,826.

Sinopsis:

Cuando ve a Thomas besando a otra mujer, Ann decide romper con el pasado y empezar una nueva vida. Insegura de la realidad que le espera, Ann sólo desea comenzar de nuevo y ser otra persona. Con su música y la amistad de Georges, que reaparece del pasado, emprende un viaje que la llevará a una isla, donde se encuentra Villa Amalia.

Comentario:

Ann (la siempre magnífica Isabelle Huppert) es una mujer madura que decide dar un giro radical a su vida cuando comprueba que Thomas (Xavier Beauvois), su pareja, le engaña con otra mujer. Compositora de piano y concertista, Ann vive en un lujoso piso, pero decide venderlo todo, cancelar sus cuentas, tirar sus teléfonos y marcharse lejos, muy lejos. Desaparecer. Basada en una novela de Pascal Quignard, Benoît Jacquot utiliza este retrato femenino para investigar sobre las posibilidades elípticas y sensoriales del cine.

Crítica:

21-06-2.010 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

La habitación del silencio

El cine francés prosigue imperturbable ofreciéndonos películas intimistas diferentes a lo habitual, con esa charmante capacidad que atesoran algunos de sus cineastas para plasmar el sentimiento amoroso de la forma más sensible posible. Es el caso de “Villa Amalia”, último esfuerzo creativo del inquieto realizador Benoît Jacquot, al que se deben títulos del prestigio de “La escuela de la carne” y “Una chica sola”. Basada en una novela de Pascal Quignard, cuenta aquí la peripecia vital de una mujer traicionada por su pareja, que decide empezar de nuevo en el soleado refugio de una isla de la costa napolitana. Leve premisa argumental que da paso a un agudo estudio sobre la soledad y el deseo de vivir en plenitud, lejos de las habituales componendas afectivas.

Paso a paso, sin prisas pero sin pausas, “Villa Amalia” va desgranando las motivaciones existenciales de Ann, su protagonista, encarnada con sutileza por la musa de Chabrol, Isabelle Huppert. Y lo hace empleando una estética de ‘thriller’, de forma tan inusual como el hecho de que esta historia francesa al cien por cien tenga una estética cien por cien inglesa, teniendo en cuenta la dureza y la intransigencia de su protagonista.

De las otras propuestas de este filme polivalente, cuya anarquía visual anuncian ya sus primeros minutos, cámara al hombro, en una exacta presentación de personajes y contexto, resulta obligado resaltar la fuerza con que se insertan los diálogos… y los silencios, algo nada habitual en el ruidoso cine contemporáneo. Por otra parte, esta película provocada por un beso traicionero es como las escalas de un pianista, un trabajo musical, un entretenimiento vacacional. No obedece a ningún compromiso, ni posee aspiraciones formales. Dicho en otras palabras, es un sobrio ejercicio de libertad creadora, que es casi un sinónimo de juventud. Mientras que el director sirve con elegancia -ya que no con genio- un relato donde una infinidad de pequeños detalles acaban por componer una historia considerable.

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