Los relatos de “Villa Celina” transcurren en el conurbano bonaerense. Allí se mezclan las anécdotas personales, las leyendas urbanas, la militancia política y la marginalidad social. Pibes que “ranchean” en la esquina de San Pedrito y Giribone tomando una birra, juegan un picado en el “campito”, o se le plantan a la brigada cuando cae a molestar. Incardona evoca en primera persona sus andanzas por el barrio que lo vio crecer y nos mete en ese micromundo que es Villa Celina, con sus propios códigos y personajes.
“El hijo de la maestra” es la historia que más me gustó. En esta, un chico (el narrador) nos cuenta su viaje en un colectivo donde está la “barra brava” de Boca atrincherada en los asientos de atrás, escupiendo y golpeando a los pasajeros que quieren bajar. El chico tiene que salir del colectivo y piensa que podría hacerlo por la puerta de adelante, pero por una cuestión de dignidad quiere hacerlo por la de atrás,. Lleno de miedo, se dirige hacia donde están los “barras”, y de repente pasa algo que cambia totalmente los acontecimientos.
Con una realidad dura de fondo, “Villa Celina” recrea anécdotas que siempre nos dejan con una sonrisa. La recomiendo.
Gonzalo Casafús
- Villa Celina
- Juan Diego Incardona
- Verticales de bolsillo (Norma)
- 2008
- ISBN: 978-987-545-594-8