Revista Viajes

Villafáfila … un paraiso para la invernada de patos

Por Qnatur

Todos los años asistimos al ir y venir de las aves como si de una gran marea se tratara. En verano recibimos miles de aves que llegan al continente europeo desde Africa para reproducirse, a donde regresan de nuevo en el otoño para pasar el invierno.

Pero nuestras latitudes, lejos de quedarse despobladas en invierno, son invadidas de nuevo por millones de aves que, procedentes del norte de Europa que buscan aquí un refugio donde pasar el invierno.

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Para la mayoría de nosotros serán gansos y grullas los más llamativos, por su tamaño y por sus bandos en V, pero son muchas más las especies que llegan y con varios millones de ejemplares en acción (Ver el PDF para Saber más de Villafáfila).

Uno de los ecosistemas más divertidos en donde disfrutar de este espectáculo son las marismas, lagunas y aguazales, en donde se concentran gansos, patos, garzas y limícolas.

Las Lagunas de Villafáfila, situadas en la estepa cerealista zamorana, son sin duda uno de los lugares de mayor interés. La Casa del Parque está rodeada de una laguna cuyo nivel de agua se gestiona de forma artificial con el fin de alargar el período de estancia de las aves y facilitar su observación.

Alrededor de esta laguna, discurre un camino con estratégicos escondrijos (hides) desde donde se pueden observar gansos y patos a corta distancia. En la Casa del Parque, se pueden alquilar prismáticos y obtener interesante información y orientación sobre esta entretenida actividad.

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Las Lagunas de Villafáfila han tenido una gran importancia económica para la zona a lo largo de la historia, pues ya se extraía sal hace 4.000 años. En la época de Carlos III se construyó la Real Fábrica de Salitre, en donde a partir de la sal se obtenía nitrato potásico para fabricar pólvora.

Además de sus valores naturales y culturales, la Reserva de Villafáfila tiene como especial atractivo su paisaje, entre pueblos de tapial y adobe con multitud de palomares típicos de Tierra de Campos, una verdadera joya de la arquitectura popular. En este escenario no extraña encontrar en la mesa lechazo churro, queso y pichón…manjares criados en la propia tierra.

La mejor selección de Villafáfila

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