En la primera parte de 2014, Disney llevó a los proyectores cinematográficos dos grandes producciones protagonizadas por mujeres: Frozen y Maléfica. Estos films, cargados de ideales que enaltecen el poder femenino y el valor que una mujer debe tener para afrontar a su destino, tuvieron excelentes números en cuanto a recaudación y venta de entradas. De hecho, Frozen batió con tantos records cómo es posible y consiguió uno de los méritos mayores dentro de la industria: es la quinta película más taquillera de la historia. Y Maléfica se convirtió en la película con mayor recaudación en la carrera de Angelina Jolie.
Pero hay un factor más que une a estas películas de la factoría Disney: sus protagonistas son villanas. Si bien Elsa nunca es presentada como tal en Frozen, el argumento del film está basada en la idea de que Elsa tiene poderes extraordinarios que pueden ser utilizados para el mal. La princesa heredera del trono de Arendelle cuenta con la habilidad de producir hielo con sus manos: puede construir pistas, escaleras y castillos de hielo e incluso puede darle vida a un muñeco de nieve que ella creó gracias a sus poderes. Pero también puede causar daños irreparables sobre los humanos ya que puede congelar el cerebro o incluso el corazón de una persona y acabar con su vida. Sus padres la mantienen encerrada durante años y ella oculta este secreto ante el mundo ya que consideran que las habilidades extraordinarias de Elsa pueden causar algún mal. Nadie piensa que la joven, de buen corazón y gran nobleza, podría ser capaz de controlar sus poderes y utilizarlos para el bien. Después de vivir años sin tener contacto con el mundo exterior y sin ejercer sus grandes poderes, Elsa debe afrontar a sus temores el día de su coronación y tomar contacto con las personas que han asistido para celebrarla. Pero es en ese momento cuando Elsa pierde el control y el desarrollo de la película comienza a tomar forma. El film es un viaje personal (tanto de Elsa como de su hermana, Anna) para descubrirse a sí mismas y afrontar sus miedos.
Algo parecido ocurre en el caso de Maléfica. A pesar de lo que creímos durante años, gracias a este este film descubrimos que Maléfica no es una verdadera villana. El personaje interpretado por Angelina Jolie es un hada bondadosa y protectora de su tierra que es traicionada por un joven que pretendía ser su amigo e, incluso, su enamorado. El ambicioso Stefan no sólo engaña a Maléfica sino que comete un acto atroz que lleva a la heroína de la película a convertirse en una villana en busca de venganza. La trama del film nos llevará a ver que nunca hay un momento de verdadera maldad en la esencia de este personaje sino un profundo dolor y desazón que con el tiempo logra subsanar.
Siguiendo esta línea, Disney Channel prepara para 2015 un film para televisión protagonizado por los hijos de cuatro villanos históricos: Descendants. Mal (hija de Maléfica de La bella durmiente), Jay (hijo de Jafar de Aladdín), Ewie (hija de la Malvada Reina de Blancanieves) y Carlos (hijo de Cruella de Vil de 101 Dalmatas) son cuatro adolescentes que deben decidir si deben seguir los pasos de sus malvados padres o construir su propio destino y convertirse en adultos de bien. El proyecto está a cargo de uno de los directores favoritos de la productora del ratón: Kenny Ortega, responsable de la exitosa trilogía High School Musical y de Abracadabra.
Estos tres casos nos llevan a pensar que Disney está promoviendo un nuevo concepto entre los niños: no todos los villanos son realmente villanos. Hay quienes pueden tener el poder suficiente para hacer el mal pero que aprenden que pueden utilizar sus habilidades para hacer el bien. Hay quienes no son naturalmente malvados pero que un suceso los lleva a cometer actos maléficos de los que se lamentarán profundamente. Y hay quienes han sido criados para ser malvados pero que prefieren descubrir su propio camino. Todo, a fin de cuenta, depende de nuestras elecciones de vida.
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2014-07-28 Sabrina Maite