El Villarreal C.F. retorna a Europa y lo hace en silencio, sin ruido, pero con muchas nueces. Tras una ausencia de dos años, uno de ellos después de pasar un año en el infierno de la segunda división, ha sabido purgarse de sus pecados cotidianos dando ejemplo tanto en el ámbito económico, social y por supuesto deportivo. Lo primero que hizo su presidente, fue limpiar el club de las deudas para lo que vendió su propio porcentaje de las acciones de Mercadona y renunció a las ayudas públicas, un buen puñado de millones de euros, algo que no ha hecho ningún otro.
EL proyecto del Villarreal C.F. ha continuado con una planificación económica basada en algo tan lógico como inusual en nuestro fútbol: los ingresos nunca deben ser más bajos que los gastos, a diferencia de lo que hacen los otros clubes, que se vanaglorian de representar a España y a sus distintas ciudades y comunidades autónomas.
También se ha apostado por un proyecto social. El club pretende que todos sus aficionados puedan asistir a los partidos y ser socios. Para ello, los abonos y entradas son las más baratas de toda la primera categoría. Esto no es fácil debido a que el Villarreal C.F. es uno más de los equipos que reciben las migajas de los repartos televisivos y a que estamos en la segunda liga cuyos precios son los más inasequibles del mundo después de Brasil.
Ni que decir tiene la expulsión de un empleado propio en el famoso lanzamiento del plátano a Dani Albes. Por si fuese poco, el club se autocastigó a sí mismo con el cierre de una grada para demostrar su rechazo al racismo. Una medida que la LPF copiará a partir de ese momento. ¿Algún otro equipo lo hubiese hecho?
Y por supuesto es de envidiar el proyecto deportivo que el Villarreal C.F. ha iniciado desde la potente cantera y donde se ha apostado por el entrenador deseado desde hace años, Marcelino, un entrenador metódico y táctico al que gusta trabajar con los chicos más jóvenes. Todos los grumetes que ahora son desconocidos pronto valdrán su peso en oro como son los casos de Trigueros, Moi, Gerard Mario y el fabuloso Nahuel Leiva.
El resultado de todo esto es un ascenso meteórico y un regreso a Europa extrarápido, pese a que los fichajes son modestos, pero que apuntan maneras y darán que hablar, ya que son jóvenes talentosísimos, como Gio , Vietto o incluso el cedido Aquino.
Con un equipo jovencísimo y lleno de talento e ilusión, este submarino entrará en Europa con el objetivo prioritario de la liga y sin armas nucleares.
Pero si las mareas ligueras lo permiten y si finalmente, como así parece, consiguen retener al almirante de proa, Musacchio, entonces presentará batalla a cualquier acorazado continental ya que torpedos contundentes no le faltan en la popa y capaces de fondear en cualquier puerto.
Pronto el Villarreal C.F. se instalará como uno de los equipos grandes de nuestro fútbol, por detrás de los tres grandes de siempre. Atentos a esto en los próximos dos o tres años.