Vinculo

Los ojos verdes casi negros de Rosabel discurrían por todo el negruzco paisaje, en tanto que sus femeninos brazos bamboleaban el circular envase con los deslucidos trastes de cocina. Las derretidas corrientes jugaban a su alrededor un tanto niñas mientras se adentraba  al denso acheodos, enamorando al gélido líquido con sus torneadas piernas casi de madera. Cada campanada de los metálicos calderos  robaban suavidad a sus manos de acero.  Saturadas sus palmas de menudas piedrecillas lanzaba un zarpazo para recuperar el brillo de contornos típicamente negros.  La luna cual cascada se deslizaba entre las piedras, descuidada y silenciosa con su foco de linterna.

La noche comenzaba a invadir el cielo; etiquetando nubes sobre las colinas,  que mostraban sus formas de aves en vuelo…  Los enajenados misterios de la oscuridad daban chance  al día para recoger su claro cabello.  Los zigzagueantes hilos plateados del agua quemaban su estela tímida kilómetros abajo, donde los peñascos se morían de frío sobre sus tumbas.  El olor del viento se quedaba  atento, esperando el nulo contraste de las siluetas que se untaban de sombras sobre el velo del extenso follaje. Los árboles se cubrían con sus propias hojas, mudos como siempre cuando calla la brisa.  El descarriado fulgor de diminutas luciérnagas, luchaban entre sí por parecer estrellas.

La metamorfosis de la doncella sobre el agua irrumpía de repente sobre la quebrada, cuando su piel de canela se transformaba en una perfumada sábana de lino, que recorría en picada los contornos del lecho acuático, batallando con esferas de color ambarino.