En la actualidad se publican más libros que nunca (Gracias por no decir nada nuevo. ¡Es una manera de empezar la entrada, ¿vale?!). Y no solo eso, por mucho que las encuestas muestren que hay pocos lectores, también hay más lectores que nunca, gracias al hecho de que la población ha dejado de ser analfabeta y que tiene toda la información del mundo a un solo click. Ahora hay libros de todo tipo (¿hasta cuando vas a seguir con las obviedades? Hasta que termine este párrafo) de géneros, incluso de géneros que no existían antes (o que como mínimo no estaban etiquetados como tales): hay novelas de ficción, de fantasía, de ciencia ficción, de misterio, juvenil, infantil, de terror, erótica, romántica, pero también de cocina, distopías, webcomics, novelas gráficas,...Y eso que no he empezado a hablar de subgéneros. Si en blogger hay un límite de palabras, lo alcanzaría. Lo curioso es que pese a la variedad, la mayoría de blogs reseñan los mismos libros.
¿Y cómo se explica eso? Tenemos acceso a tanta información que estamos saturados. No es solo que sea imposible leer todos los libros que se han publicado hasta el momento, es que es imposible leer todos los libros que se publican cada año. Basta ver la tonelada de novedades que traen las editoriales cada mes. ¡Y solo en España! Porque si empezara a mirar los títulos que me apetecen en inglés...llegaría a dominar el idioma nivel nativo solo de leer los títulos.
Y claro, ante tanta sobrecarga de información, no nos queda otra que elegir. ¿Este o este? ¿Y con qué criterio? Las recomendaciones son clave, así que al final, los libros más leídos son los más recomendados, independientemente de la calidad literaria. Por supuesto, si son los más recomendados, por algo será, ¿no? Sí, es cierto, por algo será, pero olvidamos que el criterio de las recomendaciones es tan subjetivo como cualquier otro. Cada persona es como es, y por muchos gustos literarios que compartas con otra persona, nunca vais a coincidir a la perfección.
Pero nada, tenemos miedo a lanzarnos al vacío, y preferimos leer un libro que sabes que le ha gustado a X antes que atrevernos con un título a ciegas. ¿Cuándo fue la última vez que compraste un libro del que no sabías absolutamente nada? Yo no puedo recordarlo.
Los libros, además de entretener, contienen mensajes subliminales. Todas las novelas tienen varios mensajes, uno superficial y externo (encontrar un tesoro, vengarse de alguien, llegar a un sitio, rescatar a alguien) y otro profundo y interno (aprender a ser valiente, a tener confianza en uno mismo, a tolerar a los demás, a superar tus miedos). Es por eso que últimamente se critica tanto los libros que idealizan relaciones tóxicas. Los autores no lo hacen a propósito, ellos como mensaje externo quieren contar "qué bonito es el amor imposible entre X y Y", y no se dan cuenta de que como mensaje interno está esa relación tóxica, porque es algo tan normalizado que no se ve.
Y allí está lo bueno de no leer lo que lee todo el mundo: te hace percatarte de lo que no se ve. Por eso, me gustan las novelas que rompen estereotipos, porque estoy harta de leer las mismas reseñas una y otra vez, porque quiero algo fresco, una nueva vuelta de tuerca, que alguien me cuente lo mismo de siempre, pero de un modo distinto, de manera que me sea imposible volver a verlo como antes. No quiero ser como todo el mundo, ¿y tú?