"Los verdaderos amantes de la lectura estornudan con los ojos abiertos para no perderse ni una palabra"
He intentado estornudar con los ojos abiertos y no se puede. Igual que lo de lamerse el codo. Seguro que más de uno lo acaba de intentar. Lo del codo, al menos.
Aunque estornude con los ojos cerrados, sí que he hecho un par de locuras para tener más tiempo para leer, como leer mientras como. De verdad que el libro no se mancha. Casi nunca. Muy poquito. Merece la pena (?).
Oh, mi adicción a la lectura es también la culpable de que llegue tarde a todas partes porque, si voy cinco minutos bien de tiempo, los aprovecho para leer un poquito...y luego me resulta muy difícil parar. ¡Pero estoy intentando cambiar! Intento llegar temprano a los sitios y leer el tiempo que me sobre. ¿Problemas? Suele haber gente conocida, con la que tendré que dedicarme a charlar. ¿Solución? Esconderme. Pues sí, si llego pronto a clase, por ejemplo, me voy a algún rincón del edificio a leer, aunque sean cinco minutos.
También he leído en clase, seguro que ya os he contado en alguna ocasión aquella vez que, en quinto de primara, me sacaron fuera por estar leyendo Harry Potter y la Orden del Fénix. Lo peor fue que no me dejaron llevar el libro (?). Ahora, por respeto, solo leo entre clase y clase...a no ser que el profesor no merezca ningún respeto.
Qué más. Ya sabéis que leo mientras camino, y ahora también mientras conduzco. ¡Me refiero a que escucho audiolibros! Con la bici lo he intentado, pero no me parece factible. Lástima. Uf, y con el bus me ha pasado alguna que otra vez que, si veo a alguien conocido, intento escabullirme todo lo posible o fingir que estoy demasiado abstraída leyendo como para fijarme. El problema es que a veces me pillan. Jó.
Oh, y acabo de recordar aquel viaje de intercambio que aproveché para leer con tranquilidad El temor de un hombre sabio (sí, ese tocho). Mirándolo ahora con retrospectiva, me sabe un poco mal por la chica que me había tocado, pues no le hacía mucho caso y solo leía, pero es justificable: ¡es Rothfuss!
Como veis, tampoco son grandes barbaridades, y es que soy una persona bastante normal. Y vosotros, ¿qué locuras habéis hecho para seguir leyendo un poquito más?