Al parecer, el hecho de ser lector conlleva acumular libros sin ton ni son. No conozco a ningún amante de la lectura que no se lamente a todas horas del poco tiempo que dispone para leer todos sus libros pendientes. Es más, no conozco a ningún lector que se haya quedado en algún momento sin libros por leer (que no le apetezca leer ninguno de los cientos que tiene pendientes ya es harina de otro costal). Deberíais ver mis estanterías: 12 estantes de libros leídos y 8 estantes sin leer. ¡Y eso que no cuento los libros digitales! Es como si a los lectores se nos diera mejor acumular libros que leerlos.
Por mi parte, cada vez que voy a la librería de segunda mano (a la normal hace tiempo que no voy, pues compraría la mitad de su catálogo) arraso con todo libro que me llame la atención. Luego, lo añado a mi estante de pendientes (sí, en mi estantería tengo separados los libros leídos de aquellos que esperan turno) y puede quedar allí años. De hecho, alguno lleva más de diez años allí, acumulando polvo, pues no los leo según el tiempo de adquisición.
También es verdad que ahora compro muchos menos libros que cuando descubrí por primera vez las librerías de segunda mano. En ese momento, cualquier libro hacía que los ojos me hicieran chiribitas, pues verlo a un precio tan bajo era demasiado tentador. Admito que me he dejado llevar demasiadas veces con libros que quizás no merecían tanto la pena. Por eso, ahora soy más cuidadosa. Sigo comprando más libros de los que leo, eso es inevitable, pero soy más consciente de que el espacio en mi estantería es limitado.
O así era hasta hace unas semanas.
A principio de verano, G descubrió Wallapop y Vinted. Como estuvo reordenando sus estanterías, decidió poner a la venta algunos de sus libros y mangas, pero el negocio no le ha salido tan redondo como pensaba, pues me da la impresión de que ha terminando comprando más libros que no vendiéndolos. Intenté evitar hacer lo mismo que él, pero finalmente me convenció de vender algunos libros que ya no me interesaban (podéis darle un vistazo a mi cuenta aquí) y he caído en la tentación. Ahora soy adicta a buscar libros en oferta. Si vendéis alguno a buen precio, podéis dejar el enlace en los comentarios y le daré un vistazo.
Tengo la esperanza de que en un par de semanas se me pase la fiebre de comprar libros por Internet. Lo cierto es que me parece terrible que sea tan sencillo, pues eso hace que no seas consciente de lo mucho que gastas. Tenerlo todo a un click me parece algo muy peligroso, por lo que tenemos que ser (yo incluida) muy cuidadosos.
Con todo, no creo que comprar libros más allá de tus capacidades lectoras esté mal, pues quizás un día decidas no comprar ninguno durante un largo período de tiempo. Creo que el equilibrio es esencial. Hay que controlarse (si tu estantería de pendientes amenaza con aplastarte es que ha llegado el momento de decir basta) pero también aprovechar las ofertas en el momento oportuno.