Hace la friolera de 51 años, nacieron los personajes y el cómic que revolucionó la forma de entender el noveno arte. Stan Lee y Jack Kirby creaban en 1961 a los Cuatro Fantásticos, nueva hornada de superhéroes que darían paso a lo que hoy conocemos como “La Casa de las Ideas”. En un año en el que Los Beatles actuaban por primera vez en The Cavern o nos metíamos de lleno en la Guerra Fría, Lee y Kirby tomaban lo mejor del género de ciencia ficción de la época, lleno de temores del espacio y la amenaza del Invierno Nuclear, para dotar a cuatro personajes de poderes extraordinarios.
Todo comenzó con un “TAC-TAC-TAC-TAC” que recordaba a los contadores GEIGER que se veían en los films de la época. No era mas que la señal de que algo no iba bien. Reed Richards, científico superlativo y uno de los seres humanos mas inteligentes del Planeta parecía estar equivocado; De repente, la nave (también del estilo de la época), se veía en mitad de los rayos cósmicos, esa radiación cósmica que en aquel entonces se utilizaba para dejar volar la imaginación de los espectadores y lectores de ciencia ficción.
En un año en el que Gagarin se convertía en el primer astronauta, el terreno estaba abonado para todo aquello que hablara del espacio exterior y los peligros que acechaban mas allá de la atmósfera. Había nacido la Edad de Plata.