Escoge una pared y decórala, usando papeles decorativos, vinilos, pinturas o dibujos artísticos, o colgándole tapices, telas…
Es una forma sencilla y económica de dar un aire muy diferente a un salón, por ejemplo, y de crear un punto de atención.
Si las paredes de este son de color blanco, o algún color claro o neutro, puedes hacer como en la foto y escoger un bonito papel y ponerlo en una de las paredes y dejar el resto en su color original. De este modo, puedes reconvertirlo fácilmente, para que no sea tan monótono, y sea más divertido, diferente…
Actualmente hay mucha variedad de papeles o vinilos para decorar la pared, y aunque durante mucho tiempo se había considerado una costumbre decorativa anticuada, últimamente vuelven a usarse pero de forma reinventada. Con nuevos diseños muy actuales o con nuevas formas de utilizarlos como la que hoy os hemos contado. Puedes combinar la decoración con los tonos del papel y también puedes ir cambiándolo cuando te aburras de él.
Otra propuesta, que me ha encantado, es la de decorar una pared con telas, tapices o parecidos. Puedes tener unos para invierno y otros para verano para ir intercambiando y que la sala parezca distinta según la estación del año con este sencillo toque. Si lo combinas bien, hasta un simple y bonito pareo puede quedar espectacular. Me encanta la propuesta de colores de esta foto.
O por ejemplo, esta bonita propuesta de la revista Elle que me parece tan acertada, de usar un pareo en el dormitorio como cabecero de cama que añade un plus de originalidad. La clave para que no parezca un “campamento” o le reste elegancia es escoger una tela con un estampado adecuado y luego combinar bien el resto de la decoración.
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