Venia sentido por la soledad que emana de Silvio Jermann, su bodega se alza muy lejos en Villanova di Farra, llegar allí no fue facil, aunque el entorno es bellisimo y logre atravezar el muro que rodea su casa, no fui capaz de traspasar la barrera que me interpusierón sus colaboradoras, herido en mi amor propio y con la derrota a cuestas me propuse olvidarme de él, no pasarón mas de tres semanas cuando en una tienda de la ciudad de Roma me encuentro en un estante con este vino tinto a base de Pinot Noir, lo escogi para agazajar a un amigo y terminamos en una tertulia filosofica, esa noche el vino de Jermann entono una sonata muy refinada, un vino muy bien logrado, el acido, los taninos y el alcohol perfectamente integrados, tenia notas suaves pero con mucho caracter, un vino muy especial a medio camino entre frances e italiano, dificil de ubicar, su precio en la tienda de 12,50 Euros los merecia y si fuera el caso los volveria a pagar.