En el sureste español, donde el clima seco esculpe el viñedo y la caliza marca el pulso del suelo, los vinos DEMUERTE firman una propuesta con sello propio. La saga nace en Yecla y se modela alrededor de la Monastrell, uva adaptada a inviernos suaves, veranos cálidos y suelos calcáreos que potencian fruta y estructura. DEMUERTE WINES convierte esa identidad en un lenguaje visual y sensorial inconfundible, con coupages mediterráneos y una estética que apunta al arte sin perder precisión enológica. Por eso, cada botella actúa como carta de presentación de la D.O. Yecla: intensidad aromática, taninos definidos y una frescura que sostiene el volumen. Es carácter, territorio y diseño en la misma copa.
Monastrell como columna vertebral
La colección se elabora con Monastrell como eje y ensamblajes que suman Syrah, Petit Verdot o Cabernet según el vino, siempre con vendimia manual y estilo mediterráneo. El resultado ofrece color profundo, fruta roja madura y notas especiadas que se afinan con crianza en roble francés en referencias como DEMUERTE Deluxe. Esta etiqueta procede de viñas viejas en riguroso secano y reposa 18 meses, perfilando volumen y sedosidad. La gama completa alcanza hoy siete vinos, del rosé fluorescente al blanco, pasando por One, Classic, Gold, Deluxe y el singular Black.
“Se trabaja para ofrecer vinos expresivos que respeten el viñedo y dialoguen con la estética,” señalan desde la bodega. “La Monastrell de Yecla aporta músculo y nervio; el resto es equilibrio, paciencia y detalle.”
Reconocimientos y una edición icónica
El palmarés reciente consolida el proyecto. DEMUERTE Deluxe obtuvo medalla de oro en el Concours Mondial de Bruxelles 2024, mientras que la saga sumó oros en Mundus Vini 2023 y distinciones en certámenes de México, Japón y Perú. Estos hitos acreditan calidad y consistencia frente a jurados internacionales, además de ampliar la proyección de la marca en mercados exigentes. Premios que refrendan una línea creativa y técnica a partes iguales.
En el extremo de la exclusividad, DEMUERTE Black se elabora con una rigurosa selección de Monastrell de cepas muy viejas, pie franco prefiloxérico y crianza de 20 meses en roble francés. La presentación añade dos cristales Swarovski como guiño a la estética de la calavera, icono de la casa y elemento diferencial en ferias internacionales. Este conjunto resume la filosofía del proyecto: artesanía, detalle y una narrativa que comienza en la viña.
En conjunto, los vinos DEMUERTE expresan la D.O. Yecla con una lectura contemporánea, potente y precisa. La combinación de clima, suelos y Monastrell sostiene vinos de fruta intensa, tanino firme y paso envolvente, mientras el diseño refuerza reconocimiento y recuerdo. DEMUERTE WINES continúa creciendo desde Murcia hacia el mundo, con una propuesta que une territorio y creatividad sin concesiones; una huella que permanece, copa tras copa.
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