Si algo nos ha enseñado la pandemia del Covid es que queremos tener nuestra casa bonita, lo más acogedora y cómoda posible y tener esos elementos y aparatos que nos hacen la vida más placentera, como una tele gigante, la cocina abierta al salón o una vinoteca integrada en la cocina.
Hace años las vinotecas o neveras destinadas al almacenamiento de bebidas era casi un producto exclusivo para profesionales de la hostelería y grandes aficionados sobre todo al vino.
Lo de tener una en casa era bastante snob y solo se justificaba si uno trabajaba en el sector. Pero llegaron las versiones pequeñas de vinotecas y los diseñadores de cocinas se animaron a integrarlas en sus proyectos y los clientes a demandarlas.
Hoy en día, la vinoteca no es un frigorífico que siempre está en una cocina nueva, pero ya es tan popular como tener una cafetera integrada o un calientaplatos, cada vez hay más que la solicitan.
Nuestra vinoteca no está en la cocina, no teníamos sitio, curiosamente la tenemos en la oficina :)) es bastante silenciosa y era donde mejor nos cabía y es de verdad una maravilla tenerla, porque sirve no solo de almacenje, sino que cada vez que queremos abrir una botella está en su punto, gracias a las diferentes temperaturas.
¿Qué os parece la de este dúplex nórdico? es un modelo de los más pequeños, pero cumple perfectamente su función y estéticamente está muy bien ¿no? ¿os gustaría tener una? No os perdáis el resto del tour que el ático está muy bien. ¡Feliz jueves!
Vía: Bostadsrättsspecialisten
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