Mientras que en otros países la ropa Vintage es lo más, en España lo seguimos viendo como un acto reservado para gente con bajo poder adquisitivo o personas sin estilo. En el post de hoy os hacemos cambiar de opinión y os abrimos los ojos a un nuevo mundo de oportunidades.
En primer lugar debemos diferenciar entre la ropa vintage y la de segunda mano. Vintage hace referencia a ropa que tiene más de 20 años, usada por nuestras madres o abuelas por ejemplo. Y la de segunda mano, toda la demás más actual.
¿Qué tiene de especial estas prendas tan antiguas? Pues en principio son prendas únicas, puede que no estén de moda, pero siempre te irás con un look muy original y nadie las llevará.
Por otro lado, la calidad de los tejidos con los que están confeccionados son mejores, ya que si han aguantado más de 20 años en buenas condiciones, durarán en tu armario un par de temporadas más.
Los patrones, las formas de las prendas son muy diferentes a las actuales. Las hombreras es un buen ejemplo de esto, muy favorecedoras para el cuerpo femenino.
Y por último y quizá mas importante, comprar en mercadillos, rastrillos y tiendas de segunda mano, te da la posibilidad de encontrar grandes tesoros, prendas que si no fuera por este tipo de tiendas, las personas de a pie, no seríamos capaces de adquirir. En este look os enseñamos este precioso modelo Constanza de Hermés.