Violencia de género en la ópera

Tutte contra Verdi, un espectáculo contra la violencia de género en la ópera. Foto: FacebookLa ópera es hija de su tiempo, como cualquier actividad humana, sea artística, científica, política o social.
El tratamiento machismo feminismo queda reflejado en las obras, ciertamente. No podría ser de otra forma. Sus autores y compositores vivieron tiempos diferentes a los nuestros. Sus obras quedaron para la posteridad y deben ser disfrutadas en su contexto sociológico e histórico. A pesar de ello, cabe realizar análisis sobre la creatividad operística, pues este género en cuestión no recoge otra cosa que el pulso de la sociedad que le toca vivir en cada momento.
En óperas como "Desdémona" o "Carmen", por ejemplo, la mujer suele ser representada en el ámbito del fracaso existencial, cuando no en el de una clara perdición que incluye su muerte...
Desde hace unos  años se viene hablando sobre la violencia de género en los diversos estilos musicales. No en vano la música constituye la actividad humana más universalizada y por ende, con mayor influencia sobre las personas. Pero el abordaje del género lírico y su análisis sociológico es conocido entre los aficionados al género, incluso ha sido estudiado en ámbitos jurídicos, como se recoge en esta noticia de 2012:

ELCOMERCIO.ES-16/03/2012-MARÍA LASTRA

El Colegio de Abogados aborda la violencia de género a través de la lírica.
¿La muerte de la Carmen de Bizet tiene como causa el amor o más bien la posesión que sentía Don José hacia ella? Puede parecer lo mismo, pero no lo es y es que como dijo en su día la musicóloga y feminista Susan McClary «la música puede hacer a uno olvidar el argumento». Esto es lo que a priori ocurre en muchas de las obras claves del teatro lírico universal, donde personajes como Isolda o Desdemona recrean el papel de la mujer como una perdición sin que el espectador apenas se dé cuenta.Así lo expuso ayer la profesora del departamento de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo, Encina Cortizo, durante las jornadas que el Colegio de Abogados dedica estos días a la violencia de género y su representación en el mundo de la lírica. Cortizo, que se apoyó en los argumentos de numerosas expertas como Marina Wagner, Catherine Clément o Caroly Abate, aseguró que son muchos los que consideran que «la ópera permite a los hombres dar voz a la misoginia».Arthemisa, Dalila, Eva o Juana de Arco son algunas de las mujeres donde los arquetipos femeninos como portadoras del mal se aprecian notablemente, algo que según Cortizo «existe en la literatura desde el Antiguo Régimen, donde ya se encontraban grandes diferencias entre el papel del hombre y la mujer».Wagner, Strauss o Verdi  han reflejado  en algunas de sus obras el «papel pasivo» de las féminas, pero quizás sea en Mozart donde más ejemplos puedan encontrarse. 'Las bodas de Fígaro', 'Don Giovanni' o 'La flauta mágica' dan buena fe de ello. «En una aproximación superficial parece que el mundo de Mozart jamás hubiese conocido la violencia de género, sin embargo nada más lejos de la realidad», afirma la doctora en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Oviedo, María Sanhuesa.Por su parte, la doctora en Filología en la especialidad de Artes Escénicas, Raquel García Pascual, cerró ayer las ponencias centrando el foco de atención en la violencia de género a través de elencos actorales, catálogos de personajes y géneros dramativos, todos ellos de autoría masculina.La primera vezLa influencia de la música en el maltrato, la violencia de género en la puesta de escena actual o el repaso a los odios y maltratos que mujeres y hombres han sufrido a lo largo de la historia de la ópera son  algunos de los temas que el Colegio de Abogados considera claves para estas jornadas. La situación jurídica de la mujer en España se abordará hoy con una ponencia dedicada a la legislación e impartida por el abogado José Enrique Tello.  Como explicó la profesora de Psicología Social Mayte Méndez, una de las organizadoras del ciclo, «es la primera vez que en España se analiza la violencia de género desde el punto de vista de la lírica». Méndez, que cree clave «repasar los estereotipos de la mujer en la ópera para ser conscientes de ello», añadió que en estos dos días pretenden abordar el asunto del maltrato a la mujer  «desde un punto de vista interdisciplinar y acercarlo a la actualidad».

También se han realizado representaciones y espectáculos contra la violencia de género en la ópera. La soprano Miren de Miguel llegó a afirmar que "sufro al cantar a Verdi". La ópera es, por lo visto, uno de los géneros donde más se representa la humillación de la mujer ante el poder masculino.El periódico digital mexicano "Sin Embargo", recogía la siguiente información:
Ciudad de México, 8 enero (SinEmbargo).- El tema de la violencia de género que parece ser un sello distintivo en el mundo de la ópera, ha sido largamente analizado por especialistas y aficionados al género. La historia no puede cambiarse y eso es lo que hay: una Desdémona que muere asesinada por su marido en la famosa ópera “Otello”, de Giuseppe Verdi. Una Carmen que sucumbe ante la fuerza asesina de su amante en la obra homónima de Georges Bizet. Tosca, Isolda, Manon, Madame Butterfly, Aida, son algunos de los muchos nombres femeninos que en la historia del canto lírico y a las que les toca, en circunstancias distintas pero invariablemente, morir. En 2012, tuvo lugar en México el estreno de una “Carmen” muy singular, a cargo del director de escena argentino Marcelo Lombardero, quien le dio a la famosa ópera de Bizet un tono reivindicatorio y que fue considerada fascinante y cruda por algunos, inadmisible por otros. Lombardero aclaró entonces que su mirada no tenía nada de revolucionaria, aunque hay que decir que el público que fue convocado al teatro Julio Castillo vio no sin sorpresa la transformación de la protagonista, que pasa de ser una mujer fatal con pocos escrúpulos a una víctima del feminicidio. “Desde nuestra perspectiva, Carmen no es una mujer fatal que empuja a Don José a matarla, cosa que sería en principio hasta irresponsable plantear así en nuestros tiempos. La idea es contar una historia de feminicidio, donde este soldado reprimido cree que la mujer es de su propiedad y como ella no se doblega, entonces la mata”, dijo Lombardero. “Se trata de una Carmen más frágil debido a la violencia que sufre por parte de Don José, que en esta producción se muestra mucho más agresivo, incluso hasta le pega. Esta Carmen es una chica que se puede encontrar en cualquier lado en nuestros tiempos, es, desafortunadamente, una mujer de las que se dicen normales”, afirmó la cantante brasileña Luisa Francesconi, encargada de dar vida a la Carmen de Lombardero. Ahora, es la famosa soprano vasca Miren de Miguel quien critica la violencia de género en la lírica. Lo hizo en una entrevista llevada a cabo en Bilbao por el periódico Deia. 
EL DESTINO FATAL DE LA MUJER EN LA ÓPERA
 “El destino de la mujer en la ópera suele ser fatal, cargado de sufrimiento, o aparece como mala malvada, reflejando un papel bien aprendido de chica maliciosa que se aprovecha y se ríe del viejo rico”, dijo Miren de Miguel, nacida en Bilbao y quien ha creado una performance con el título Tutte contro Verdi y que ha presentado por todo el territorio español en 2013. El espectáculo nació de su propio conflicto como mujer y artista “ante la belleza de las arias que interpreta y las escenas y textos escritos para los papeles de mujer en el universo lírico Verdiano, centrando su atención en las tres óperas que  el maestro de  Busseto creó basando sus libretos en obras de Shakespeare”.
“Como artista estoy encantada de cantar a Verdi, pero como mujer sufro por cantar a Verdi. Es el punto de vista de una soprano feminista. Pertenezco a una Asociación que se llama Clásicas y Modernas de Madrid que trabaja por la Igualdad en la Cultura. Intento, como mujer que se ha tenido que mover por todos los sitios en el mundo del teatro, de la música clásica y que hemos pasado por todo, dar a conocer esta realidad”,  dijo la cantante al periódico vasco.. “Mi Yo soprano ama y adora el bel canto y las melodías y armonías sublimes que llevan en sus notas y compases, textos que hieren y lastiman a mi yo mujer; por otra parte solo mi yo actriz es capaz de interpretar a personajes femeninos ultrajados y desdeñados por la figura masculina”, agregó la artista, de 45 años.